Los problemas ahogan a Patricia Conde . La presentadora ha caído en un profundo hoyo del que le costará salir. Primero fue su exmarido Carlos Seguí, quien denunció a la actriz por un delito continuado de revelación de secretos. El escrito de la fiscalía señalaba que Patricia Conde «guiada por el deseo de vulnerar la intimidad de su ex pareja, Carlos Seguí , extrajo del ordenador familiar, una vez cesada la convivencia y la relación entre ambos, una serie de correos electrónicos relativos a su esfera personal», hechos que se habrían realizado sin el consentimiento de su exmarido. Así, la fiscalía no solo pedía para la humorista la pena de prisión, sino también una una multa de 19 meses a razón de 12 euros diarios: unos 6.850 euros. Por su parte, la defensa de Carlos Seguí fue más dura y pidió una pena de cuatro años de prisión y 20.000 euros en concepto de daños y perjuicios.
Semanas más tarde, y cuando pensaba que la opinión pública se había olvidado de ella , varios medios destaparon sus casi 2 millones de euros de deuda con Hacienda . Los principales causantes del aumento serían retrasos en los pagos y la propia suma de las multas. Días más tarde, Conde se defendía a través de una publicación en sus redes sociales.
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Sin embargo, eso poco importó a los medios que continuaron hablando sobre su situación personal y económica. Esta semana, Patricia Conde ha cedido ante la presión mediática a la que ha estado expuesta en las últimas semanas y ha estallado contra los medios de comunicación y sus compañeros de profesión a los que acusa «indirectamente» de modificar su historia con el objetivo de atacar su persona. «El periodismo amarillo se caracteriza por distorsionar los hechos y buscar el lado negativo de las cosas o las personas, no para informar en forma sobria o equilibrada sino con ánimos de dañar », ha publicado a traves de los stories de Instagram. «El periodismo amarillo se ampara en la libertad de prensa», ha concluido.
