Hugh Grant y su mujer, la sueca Anna Eberstein, en 2015
Hugh Grant y su mujer, la sueca Anna Eberstein, en 2015 - AFP

La idílica vida sueca de Hugh Grant

El año pasado el actor británico pagó 650.000 euros por una casa en la localidad costera de Torekov. Sin embargo, no planea instalarse en el país natal de su mujer

Copenhague Actualizado: Guardar
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La relación de Hugh Grant con Anna Eberstein, la productora de televisión sueca y madre de sus dos hijos pequeños, va viento en popa o, por lo menos, lo demuestra el hecho de que el actor ha decidido comprar una casa en Torekov, un pequeño pueblo de pescadores en la costa sur de Suecia que, durante el verano, se convierte en punto de encuentro para los ricos y famosos escandinavos.

Según el documento de compraventa publicado por el diario «The Local», el actor pagó en octubre del pasado año seis millones de coronas suecas (unos 650.000 euros) por un cottage de 122 metros cuadrados de una sola planta que ha decidido derribar para construir una nueva casa más a su gusto.

Sin embargo, a pesar de los rumores que indicaban que Grant podría mudarse a vivir a Suecia, éste lo ha desmentido y ha comentado que hace demasiado frío como para residir allí todo el año. «Estuve hace una semana y creo que nunca he pasado tanto frío antes», reconoció. En la presentación de su nueva película, «Florence», basada en la vida de la soprano Florence Foster Jenkins, Grant, que interpreta el papel de marido de la diva, bromeó con los medios suecos a los que preguntó si era cierto que en Suecia sólo hacía buen tiempo en el mes de julio.

Aunque Torekov es uno de los lugares de moda y durante el verano recibe la visita de muchos famosos, los lugareños se muestran poco impresionados con su nuevo vecino, al que ya se han habituado a ver en la época estival. «Estamos acostumbrados a los famosos, vienen muchos aquí. Pero, cada uno se preocupa de sus cosas. No es tan importante», explicó Annette Bohlin a la prensa local. Al parecer, a Grant le encantan los típicos bollos de canela escandinavos y cada mañana acude a comprarlos a la panadería del pueblo. Además de la belleza del paisaje, lo cierto es que el actor y su familia podrán disfrutar en este pueblecito de pescadores a orillas del mar Báltico de una gran tranquilidad ya que los nórdicos son gente muy respetuosa con la vida privada.

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