El hijo de Camilo Sesto se presenta en la casa del cantante
Tras darle el último adiós a su padre, Camilo Blanes Jr. ha acudido a la propiedad madrileña de Torrelodones, acompañado por su madre
Después del triste fallecimiento de Camilo Sesto este pasado fin de semana como consecuencia de un fallo renal y de dar su último adiós al cantante en la capilla ardiente, que tuvo lugar en la sede de la SGAE de Madrid este lunes, su hijo, Camilo Blanes Jr. (35 años), decidió desplazarse hasta la casa de su padre en Torrelodones
Acompañado por su madre, Lourdes Ornelas, que está siendo su mejor apoyo en estos momentos tan delicados, el joven se presentó este martes en el chalé de tres plantas, de aproximadamente 450 metros cuadrados, en el que Camilo Sesto vivió sus últimos días. Una propiedad que previsiblemente heredará de su padre junto a otra casa, dos sociedades y algunos ahorros que tenía el artista después de vender cerca de 100 millones de discos en todo el mundo.
Aunque la relación entre padre e hijo no era idílica, como en más de una ocasión declaró Camilo Blanes Jr., lo cierto es que al menos dos tercios del patrimonio serán para el joven. Por el momento no se ha hecho público el testamento, pero sí se sabe que, los últimos años de Camilo Sesto, estuvo acompañado por su administrador y secretario, por lo que a ellos también les podría haber dejado algo.
Camilo Sesto siempre ha considerado a su hijo lo más importante de su vida. Cuando este era un niño, luchó con todas sus fuerzas y recursos para conseguir su tutela y traérselo de México a España. Todo parecía idílico pero las cosas se fueron torciendo. Años más tarde, Lourdes sorprendió al mundo entero asegurando en una entrevista que el cantante le impedía ver a su hijo con la frecuencia estipulada.
Según su madre, la mala relación del cantante con Camilo Jr. derivó en una serie de depresiones en la adolescencia. Él mismo aseguró en una entrevista que «si su madre no pudo estar con él cuando era pequeño se debió a las dificultades económicas . Ella tenía la libertad de venir, a lo mejor no el poder económico». Poco a poco la relación padre-hijo se fue enfriando, tanto es así que acabaron totalmente distanciados.
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