Fran Álvarez desvela el infierno que vivió durante su matrimonio con Belén Esteban

Casi un lustro después de su separación con Belén Esteban (43 años), Fran Álvarez (41) ha roto su silencio y ha hablado del infierno que vivió en esos cuatro años que duró su matrimonio con la colaboradora de televisión.

Por aquellos años, el camarero no pasaba por su mejor momento . Tenía un problema con el alcohol, que incluso le llevó a coquetear con otras sustancias . «Fue mi mayor desgracia. No puse remedio porque estaba ciego. Tenía una venda en los ojos y no quería asumir lo que me pasaba. En un principio, para mí era todo normal: salir con migos, tomar unas copas y otras cosas, pero no quería entender que estaba enfermo y que me estaba destruyendo», eclara para la revista «Lecturas».

Esteban intentó ayudarle, aunque según Álvarez ella tampoco estaba para nada. Le pidió dejar de trabajar, aunque para él, quería mantenerlo en una jaula de oro. « Quería que yo dependiera de ella , incluso económicamente», explica.

Gracias al apoyo de su hermana Elvira y el de varios amigos, Álvarez ha conseguido superar sus adicciones. Y aunque Belén Esteban por aquel entonces también tenía sus problemas, Álvarez asegura que la culpa fue de él. Sí que es verdad que juntos eran una «bomba de relojería». «Aunque nuestros problemas afectaron a nuestra relación en un 80 por cierto, creo que los dos teníamos un carácter muy fuerte , que chocaba. No es normal que nos hayamos separado más de ocho veces. Cuando los hacíamos, Esteban me echaba de casa y luego me mandaba a buscar con Toño Sanchís », explicaba Álvarez. Y añadía: «Nuestro matrimonio estaba abocado al final desde el primer año».

A la vez, aseguraba que si pudiese volver atrás no se volvería a casar con la colaboradora de televisión: «Creo que, aunque nos casamos enamorados, fue un grave error por parte de los dos. Hubo buenos momentos, muy bonitos, pero hubo más malos ».

Lo peor para Álvarez durante estos años ha sido el daño que le ha hecho a su familia, a su hijo, a sus amigos y a sí mismo. «Me llegué a sentir muy solo. Ahora no puedo bajar la guardia . Esto es algo que no se acaba. Te acompaña durante toda la vida. Por eso tengo que luchar cada día como si fuera el primero», sentencia Álvarez sobre su nueva vida.