Felipe con su madre, Doña Elena, el pasado mes de junio
Felipe con su madre, Doña Elena, el pasado mes de junio - EFE

Felipe de Marichalar y de Borbón alcanza la mayoría de edad

Esta semana, el nieto de Don Juan Carlos y Doña Sofía cumplirá 18 años y perderá la escasa protección de la que disfrutaba mientras era menor

MADRID Actualizado: Guardar
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El hijo de la Infanta Doña Elena, Felipe de Marichalar y de Borbón, cumplirá 18 años el próximo17 de julio y se convertirá en el primer nieto de Don Juan Carlos y Doña Sofía que alcance la mayoría de edad. A partir de entonces, Felipe perderá la muy escasa protección de la que ha disfrutado hasta ahora por ser menor y lo previsible es que aumente la presión mediática a la que este joven se ha visto sometido desde que era un niño.

En el caso de Felipe, conocido popularmente como Froilán -aunque a él no le guste que le llamen así-, la protección mediática no ha sido tan completa como la que se ha brindado a otros menores hijos de personas públicas para que pudieran desarrollarse en un ambiente de normalidad. De hecho, ni siquiera se le han pixelado los ojos en las fotos robadas.

Travesuras y ocurrencias

Desde el momento en el que nació y recibió, por ser hijo de una Infanta, la dignidad de Grande de España y el tratamiento de Excelencia, Felipe empezó a suscitar la curiosidad de la prensa, que fue creciendo a medida que aumentaban sus travesuras y ocurrencias.

Tanto los medios como la opinión pública rieron siempre con complacencia, e incluso admiración, las anécdotas protagonizadas por aquel niño revoltoso y atrevido que aportaba una dosis de espontaneidad a las comparecencias protocolarias de la Familia Real.

Con el paso del tiempo, las trastadas de Felipe fueron subiendo de tono y una de sus travesuras más sonadas transcurrió el día de la boda de Don Felipe y Doña Letizia, cuando las cámaras le sorprendieron dando patadas a Victoria López Quesada. El episodio más preocupante ocurrió años después, cuando se le escapó un tiro de una escopeta en el pie. Todo ello, bajo la lupa de una prensa que magnificaba su comportamiento y a la que Felipe retaba sacándole la lengua o haciéndole una peineta.

Víctima de noticias falsas

Como suele ocurrir, a medida que fue cumpliendo años, Felipe fue madurando y haciéndose más formal, pero sus esfuerzos no se reflejan en su imagen pública. Algunos medios de comunicación, que creían tener un filón en el rebelde sobrino del Rey, han seguido publicando informaciones que alimentaran la fama del joven, aunque fueran falsas y disparatadas.

A Felipe se le han atribuido supuestos expedientes académicos, peleas con sus primos y simpatías por determinadas fuerzas políticas, que después fueron desmentidas por su padre. La última información falsa que se le atribuyó aseguraba que su progenitor envió hace un mes a la Policía a buscar a su hijo a la discoteca Teatro Barceló (antiguo Pachá) de Madrid, porque se retrasaba en su hora de regresar a casa. También esta noticia disparatada a todas luces tuvo que ser desmentida por Jaime de Marichalar.

Diferentes a sus primos

«Pipe», como le llaman en su círculo más próximo, también ha sido de los ocho nietos de los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, el más expuesto a los medios de comunicación. Mientras sus primos catalanes, los hijos de la Infanta Doña Cristina e Iñaki Urdangarín, han vivido varios años en el exterior (primero en Estados Unidos y ahora en Suiza), con menor presión mediática; los hijos de Doña Elena y Jaime de Marichalar han pasado la mayor parte de su infancia en Madrid y han crecido ante la presencia de los paparazzi, que se apostaban con frecuencia en las puertas de su casa y del colegio en el que estudiaban. Los dos hermanos sólo han podido desarrollar una vida absolutamente privada durante sus estancias en colegios del extranjero, ya fuera el Reino Unido o Estados Unidos, donde sólo son dos jóvenes más.

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