Los famosos frente al Fisco: quienes resistieron, ganaron
Borja Thyssen se libra de lo que su madre llamó «una caza de brujas»
El hijo de la baronesa era absuelto esta semana en su primer pulso contra Hacienda. También Xabi Alonso, Sete Gibernau o María Teresa Campos ganaron sus juicios
Cuando en el verano de 2015 Carmen Cervera se encontraba con su hijo Borja Thyssen , su nuera Blanca Cuesta y sus nietos en Ibiza a bordo del Mata Múa, dos agentes de la Guardia Civil subieron a su yate escoltando a dos inspectores de Hacienda. La baronesa, que ha expresado más de una vez la admiración que siente por la benemérita, les ofreció una taza de café, que no llegó a servirles cuando vio que un trabajador del Fisco le iba a entregar la notificación de una nueva inspección. Muy educadamente, les dijo que hablasen con sus abogados y dio por finalizada una visita que consideró humillante, innecesaria, poco elegante e injusta, pues un año antes había pagado 2 millones de euros por el Impuesto de Renta de no residente, entre los años 2007 y 2011.
Llegó septiembre y Tita matriculó a sus hijas, Carmen y Sabina , en un colegio en Andorra, donde ese mismo año había comprado dos casas, una para ella y otra para Borja. Tita tenía la residencia fiscal en Andorra desde 1992 y su hijo desde 2002, pero a la vista de las inspecciones y reclamaciones de Hacienda, desde 2015 y para que no haya dudas, cumplen a rajatabla el mínimo de 90 días al año que deben pasar en Andorra, consumiendo y haciendo inversiones para acreditar que realmente viven allí. De la misma forma, no pasan más de 183 días al año en España, que es la diferencia que marca el Fisco a la hora de tributar como residente. «Todo lo que he hecho con Hacienda lo he hecho bien. Y mi hijo también. Esto es una caza de brujas», dijo en una de sus visitas a España.
El tiempo le daba la razón a Tita esta semana , cuando Borja ganaba el primer juicio por supuesto fraude fiscal contra Hacienda. La Fiscalía pedía para él dos años de prisión por alegar que vivía en el principado en 2007 cuando, según Hacienda, pasaba más días de los estipulados en España. Según la sentencia, no se ha podido probar que esto fuera cierto y Borja ha sido absuelto. Aunque le queda otra causa pendiente junto a su mujer, el hijo de Tita ha ganado su primer caso contra Hacienda. El Fisco quería acreditar que Borja había cometido la misma irregularidad que Arantxa Sánchez Vicario entre 1989 y 1993, lo que ahora se conoce como «hacerse un Arantxa».
El caso de la tenista fue el primero con relevancia mediática. Hacienda demostró, con los gastos de su tarjeta de crédito y sus horarios de entrenamiento en Barcelona que residía en España y no en Andorra y, por tanto, debía tributar en nuestro país. Tuvo que pagar 3,5 millones de euros. Este mismo caso intentó aplicarlo Hacienda con Sete Gibernau , a quien reclamaban 8 millones de euros. El piloto de Moto GP demostró que vivía en Suiza. Como con Thyssen, el juez aplicó aquí el principio jurídico «in dubio pro reo», que viene a decir que ante la duda, la decisión judicial debe favorecer al acusado.
El caso de Javier Merino es una paradoja. Para demostrar que pasaba más de medio año en España, el Fisco llegó a presentar como pruebas reportajes fotográficos de revistas del corazón donde aparecía en Madrid o Ibiza. El Supremo le absolvió por la vía penal de delito fiscal cuando se le acusó de simular su residencia en Cascais (Portugal), pero fue declarado culpable en la Audiencia Provincial por vía administrativa. El Supremo se negó a revisar la sentencia, aunque admitió que era una «fuente de injusticia». Pagó 730.000 euros.
Los más sofisticados
A la hora de evadir, existen otros modelos más refinados, como los que se conocen por «hacerse un Messi o un Cristiano Ronaldo », que consisten en vivir y tributar en España por tu sueldo, pero utilizar sociedades en paraísos fiscales para gestionar los derechos de imagen. Para evitar ir a la cárcel, Messi pactó con la Fiscalía el pago de 2 millones de euros y una multa de 255.000 euros. CR7 se declaró culpable de cuatro delitos fiscales y pagó 19 millones de euros a cambio de no cumplir una condena de dos años de prisión. Con paraísos fiscales igualmente jugó al despiste Ana Torroja , que traspasó sus ingresos de sociedad en sociedad para hacerlos llegar a una cuenta opaca. La cantante también pactó para no ir a la cárcel y pagó una multa de 1,5 millones de euros.
Sociedades instrumentales
Además de la residencia ficticia y los paraísos fiscales, la estrategia más común a la hora de defraudar entre famosos es la de facturar a través de las denominadas sociedades profesionales o instrumentales. A través de ellas, en lugar de tributar hasta el 45 por ciento (lo que le correspondería a una persona física) se hace al 25 por sociedades. Esta forma de proceder es legal siempre y cuando se pueda demostrar que la sociedad genera un valor añadido y no sea simplemente una vía para recibir ingresos. La diferencia entre hacerlo bien o mal estriba en los casos de Gerard Piqué y María Teresa Campos . La Audiencia Nacional condenó al futbolista este año a pagar 2,1 millones en multas e impuestos atrasados entre 2008 y 2010 por haber simulado ceder los derechos de imagen a una de sus empresas y así pagar menos a Hacienda. La presentadora tuvo que sentarse en el banquillo por un caso similar, pero demostró que en su sociedad tenía a sueldo a su hija y además producía un programa. Los casos de Óscar Martínez , Jesús Vázquez , Joaquín Sabina o Máximo Huerta también entrarían en esta categoría.
Xabi Alonso ha sido el único que no ha pactado con Hacienda y le ha mantenido el pulso hasta el final para defender su inocencia de tres delitos fiscales. Aunque la Fiscalía ha recurrido y la condena podría ser mayor, se ha librado de pagar dos millones y de dos años y medio de cárcel. Él también cedió sus derechos de imagen a una sociedad, pero radicada en Madeira (Portugal), que es territorio de la Unión Europea.
