«En esta pandemia apuesto por mi joyería»: la versión más emprendedora de Marta Carriedo

Con la crisis sanitaria y económica que ha generado el Covid-19, la «influencer» de 34 años avanza hacia un futuro incierto con la apertura de su nueva joyería, «Evolution»

Marta Carriedo con su nueva línea de joyas, «Evolution» Paula A. Arocha

Paula A. Arocha

Marta Carriedo , «influencer» y joven emprendedora de 34 años, ha decidido emprender en estos tiempos inciertos con su nueva joyería, « Evolution », una colección de piezas que, como ella misma ha desvelado a ABC, «se trata de un diseño único y tradicional» que unifica lo antiguo con lo nuevo, creando piezas perfectas para todo tipo de ocasión.

La crítica situación provocada por el Covid-19 ha causado una crisis sanitaria, económica y social de efectos incalculables, pero para algunos ha generado ciertas oportunidades, como la digitalización de las empresas mediante el marketing y las redes sociales. Esa oportunidad no ha pasado desapercibida para Carriedo, como lo ha dejado ver en los últimos meses en la creación de su joyería: «Hay que tener en cuenta el qué, y a dónde quieres llegar. Si tu idea es buena y crees en ella, con o sin pandemia, funcionará ».

Graduada en Economía y con un amplio abanico de experiencias laborales, la «influencer» no se queda atrás y apuesta firmemente por su negocio. A pesar de la crisis y las críticas que recibe a través de las redes, es positiva y sigue avanzando hacia el futuro con una fuerte iniciativa: «Paso a paso, con conocimientos muy firmes y un constante crecimiento, merece la pena luchar por lo que quieres».

¿Cómo empezó en Instagram? ¿Cuál fue ese momento clave que le hizo convertirse en una figura pública?

La verdad es que todo ha sido una evolución muy lenta, muy despacio. Paso a paso y siempre, con conocimientos muy firmes. No fue algo así de golpe, tampoco lo estaba buscando. Estudié Economía, empecé a trabajar para una auditoría . Luego años más tarde y con más experiencia, trabajé como product manager en la joyería de « Aristocrazy ». Estuve casi un año, luego decidí dar un salto a la moda con la revista « ¡Hola! Fashion ». No fue de un día para otro, ha sido una evolución, un paso a paso.

Hubo una época de mi vida que decidí mudarme a Los Ángeles. Mi experiencia fue realmente enriquecedora, acabé viviendo durante cinco años entre L.A y Madrid. Ese año decidí embarcarme en una aventura e irme por mi cuenta para conocer otras culturas. Publicaba mi vida y sin saberlo tuve un boom en las redes sociales. Siempre he mostrado imágenes de lo que era la vida madrileña, la vida en España, nuestra cultura. Pero al estar en una ciudad completamente diferente, llamaba mucho la atención porque lo que aquí era una cosa allá era otra. Siempre he compartido mi vida, no tuve miedo y mostraba todo lo que veía. De hecho algo que no me esperaba fue la reacción de la gente. Demostraba a través de mis fotos el choque cultural como por ejemplo, la manera que la gente iba a trabajar: hace diez años casi todos en España íbamos a trabajar de manera formal ... americanas, pantalones, zapatos y todavía. Allá en Estados Unidos es muy normal ir en vaqueros, chaqueta, zapatillas y en los casos más especiales, en chándal. La vestimenta de la gente, la comida, la manera de ser, la cultura y el humor me resultaron desde un principio fascinantes. Luego sin darme cuenta, la gente me empezó a seguir para ver ese choque cultural, me levantaba una mañana y de repente mil seguidores. Supongo porque mostraba con mucha naturalidad la realidad que veía en ese momento.

¿Siempre ha compartido su vida? ¿No se sentía insegura?

Cuando se inventaron las redes sociales la intención era completamente distinta a la que hay ahora. Hace diez años publicabas una foto por el mero hecho de compartir con los tuyos, con tu familia, con tus amigos. Yo compartía lo que veía, lo que me gustaba y no tenía ese miedo. Ni tenía miedo a que cualquiera pudiese ver donde estaba o lo que estaba haciendo en ese momento. Pero debido a cómo han evolucionado las redes tengo ciertos miedos. Sobre todo porque Instagram se ha convertido en un arma de doble filo para todos . Es una gran herramienta con infinidad de utilidades, pero muchas veces esa herramienta puede ser una ventana para transmitir odio. Antes no existían los «haters»... todo tipo de contenido era algo positivo, te podría aportar o incluso sumar a tu vida. Las redes sociales tenían la intención de comunicarte y de compartir con tus amigos. Abrí mi cuenta de Instagram en enero de 2011, y cuando vi aquello me pareció algo guay. Una vía para transmitir otra visión, en mi caso fue mostrar dos ciudades: Madrid y Los Ángeles.

Habla mucho del amor propio, de la seguridad, de la confianza, ¿por qué?

De hecho tengo un leitmotiv: « Love yourself and never give up ». «Never give up» es una frase que siempre me dice mi madre: nunca te rindas. Siempre tenemos decepciones tanto en el ámbito personal como el laboral. Y está bien venirse abajo, somos humanos. Está bien equivocarse y está bien caerse. Pero siempre hay que levantarse. Hay momentos duros que nos afectan y acabamos sintiéndonos un poco como que « Dios quiero tirar la toalla, dejarlo todo y punto ». Mi madre siempre me dice «no te rindas y lucha por tus sueños». Siempre, tanto para mi hermana como para mí, nos lo repetía constantemente.

Sin embargo, el «Love yourself» es algo más personal. Lo fui descubriendo a lo largo de los años y es que muchas veces no nos valoramos como debemos. Al final yo creo que si tú te quieres y te valoras, la gente también lo va a percibir. Pero si tienes una mala imagen tuya y no te valoras lo suficiente, eso también se transmite y sobre todo la gente que está diariamente contigo, también. Estas dos frases me han marcado, son un constante recordatorio y por ello lo llevo tatuado.

Hace diez años los tiempos eran otros, las tendencias han cambiado. ¿Cree que ha tenido suerte?

Sí y en muchas cosas. Lo primero es que mi perfil por una u otra razón, la gente lo sigue desde hace mucho. Y hace diez años yo era la misma persona que ves ahora, soy muy natural. Soy yo misma, me muestro tal cual como soy. El segundo motivo es el nombre. Cuando inicié con mi blog empecé con «itgirl.es» e «itgirl.com». Al principio me di a conocer por ese nombre y fue curioso porque entre tantos usuarios, nadie había cogido ese dominio. En su día era muy popular como por ejemplo: Paula Echevarría siempre utilizaba el hashtag cada vez que acudía a los desfiles, Olvia Palermo en el desfile de Ralph Lauren y muchas más. Eso me ayudó a impulsarme, a posicionarme, a generar engagement , a que la gente leyera mi contenido.

¿Con qué identifica su estilo?

Elegancia, simplicidad y naturalidad . Una camiseta, unos pantalones y unas deportivas. Y ya estaría. Sencillez, totalmente. No soy muy partidaria de los colores como el rojo o el amarillo. Son colores atrevidos. Quizás en invierno puedas verme con un toque de burdeos o en verano con un toque de lila, pero mis colores por lo general suelen ser blanco, negro, gris y beige. Soy muy sencilla, me gusta mucho ir con una camiseta que sea toda blanca o azul marino, me define bastante. Con respecto a la elegancia, no hace falta sobreponerse de joyas, accesorios, sombreros, ni cosas muy extravagantes. Para ser elegante, siempre digo que con la clase se nace y no se hace. Al final todo se basa en lo que has visto en casa, cómo te han educado, y lo que has vivido. Mi madre siempre ha sido una mujer muy básica pero elegante. Y no lleva casi nada, tampoco hace falta tener grandes marcas para vestir bien. Por último, naturalidad. Muéstrate tal cual cómo eres. Y yo, considero que soy así. Me muestro tal cual como soy, tanto por delante como detrás de las pantallas. La naturalidad es fundamental.

¿Cómo fue el paso de «blogger» a la creación de su marca personal?

Aparte de dedicarme a las redes, donde evidentemente trabajo como una profesional colaborando con marcas, también me dedico a mi marca personal. Fue un gran paso y cuando por fin me decidí fue en junio de 2018, tenía muchas ganas de lanzar algo mío. Colaboré y aprendí con muchas marcas, sobre todo admiré la manera que Chiara Ferragni había emprendido. Me inspiró y salté a arriesgarme. He tenido mucha suerte porque en ningún momento he estado sola. He estado rodeada de amigos que me han ayudado en el sector, me han aconsejado, e impulsado como fabricante. Recibí mucho apoyo cuando empecé a diseñar y a fabricar las primeras piezas. Me dieron los primeros pasos, había estado con otras marcas, pero no sabía mucho de joyería. S iempre había querido emprender en este ámbito, en el caso de hacer una marca, empezar por una joyería . Porque aunque no lo creas es simple y muy ponible. Es decir, cualquier persona puede usar estas joyas. Ahora hacer prendas de ropa es más delicado, tienes que dirigirte a un mercado muy particular, tener en cuenta las tallas, colores, telas, y entre muchos más detalles. La joyería aunque mucha gente no lo crea y lo vea como algo imposible, es el sector más fácil. Y además de lo simple que puede ser, me gusta mucho crear piezas con un toque personal.

Con los tiempos de crisis que corren, ¿cuáles son los mayores riesgos para la joyería?

He invertido muchísimo tiempo en ella, he dedicado todo mi tiempo, esfuerzo, noches sin dormir a cada diseño de la colección. Estas piezas de joyas son de plata, de oro. Son joyas mucho más grandes. Al principio de la cuarentena, en marzo, había sacado unos pequeños ejemplares y se vendieron. Generó mucha popularidad. Me sorprendí porque estamos ante una crisis, una pandemia y las ventas no pararon. Me sirvió como motivación para seguir apostando por mi proyecto, a seguir diseñando. Luego vino el verano y como todavía seguía con ciertos detalles para la joyería, saque una colección muy simple: colgantes y pendientes de oro inspirados en frutas, palmeras y colores muy vivos. Recibí un buen feedback. Ahora con la entrada del otoño, tengo una colección que llevo trabajando mucho tiempo. Le he puesto mucho cariño. Muchas veces parece un sueño pero estamos en medio de una crisis mundial, en una pandemia y apuesto por mi joyería . Sí es verdad que tengo miedo porque estoy metiendo un producto que es mucho más caro de lo que tenía hasta ahora. Es un riesgo pero al final si no arriesgas no ganas. Y es por eso que pienso y siempre tengo en cuenta «never give up», nunca te rindas.

¿Había diseñado algo antes? ¿Cómo ha sido el proceso?

Había diseñado calzado para marcas , colecciones cápsulas. Accesorios muy estratégicos, diseñados para una ocasión en concreto. Cosas pequeñas como velas perfumadas, botellas de cristal, ¡incluso un perfume! Pero eran pequeños pasos que me ayudaron a conocer el mercado. Luego más adelante con una visión más clara decidí comenzar mi proyecto de joyería. Una joyería que pueda ofrecer piezas para el día a día y que sean también exclusivas. Al principio estaba un poco en el aire, tenía cierta desconfianza pero me atreví. Tuve la idea de transmitir mis tatuajes, la gente se identifica mucho con mi leitmotiv... Entonces para comenzar diseñé cadenas con el «loveyourself» o «nevergiveup» pero fue difícil. Había que hacer todo en tres dimensiones, luego llevarlo a la fábrica y meter los diseños en un molde exclusivamente con mi letra. Tuve complicaciones: muchas veces ciertas letras no quedaban bien, la cadena podía hacerse más pesada o más liviana de lo habitual. Estuve con mi equipo trabajando en esto por más de un año. Pero a pesar de las dificultades y las muchas veces que tuve que rediseñar todo, seguí apostando por la joyería. Fue un proceso muy duro y con mucho aprendizaje.

¿Cómo se llama su próxima colección?

« Evolution ». Porque trata sobre la evolución. Es una colección mucho más pesada, mucho más trabajada, supone un gran cambio con respecto a lo que he hecho hasta ahora. Antes, para conocer más el mercado y ver si realmente gustaban, diseñé pequeñas cosas. Pendientes de palmeras, piñas... Esta colección es seria, tradicional, cada pieza tiene un gran trabajo por detrás. Son joyas únicas, especiales y exclusivas, elaboradas para cada ocasión.

¿Al diseñar las joyas ha añadido su toque personal quizás?

Bueno, cuando tenía en mente la joyería conversaba mucho con mis padres y mi hermana. Tenía muchas ideas para el diseño. Pero no cualquiera, no era simplemente diseñar por diseñar. Quería que «Evolution» fuese una serie de joyas especiales. Estaba buscando una perspectiva, un enfoque... algo que me indicara en el tipo de cadenas, el oro, la plata y el peso. Me gustaban muchas cosas pero todavía no encontraba el qué de estas joyas. Hable con mi familia a ver que pensaban y un día mi padre se le ocurrió sacar las joyas de mi abuela . Y a partir de ese momento me había inspirado porque buscaba algo familiar, algo más tradicional. Cogí las joyas de mi abuela y con mucha cautela empecé a analizar cada detalle. Hay cosas que se utilizaban hace muchos años que probablemente a día de hoy están olvidadas. Obviamente le he añadido un toque de modernidad a esta colección, por eso su nombre. Es una evolución de lo antiguo a lo nuevo .

¿Las piezas van de acuerdo a la ocasión o la temporada?

Ciertas cosas. No todas las piezas de la colección. Intento crear piezas que sean esenciales como accesorios, tradicionales que no pasen de temporada. Joyas únicas. Y que de cierta forma lleguen a formar parte de la persona.

Para aquellos principiantes que desean emprender por su cuenta de la mano de las redes sociales, ¿cree usted que es un momento adecuado debido a la saturación del mercado de los «influencers»?

Bueno, primero hay que diferenciar dos cosas: ¿Quieres desenvolverte como «influencer»? O ¿quieres desarrollar una marca?. Si quieres desarrollarte como un influencer, es complicado . Hay muchísimos y tienes que ofrecer algo que sea original y novedoso. Es como lanzar un producto al mercado... ¿Qué tiene de especial? ¿Qué tiene de diferente? Estas son las cosas que hay que pensarse. Porque si te conviertes en un influencer tienes que tener en cuenta que puede ser un trabajo de verdad, eso si tú lo quieres de verdad porque involucra tiempo y sacrificio. Ahora, si quieres emprender y desarrollar tu marca... Instagram te lo pone en la palma de tu mano. Hay muchas facilidades, las redes sociales se unen. Se compaginan en una sola: Instagram. Se puede comprar desde la misma aplicación, puedes adquirir anuncios propios de publicidad, se puede tener una visión más clara de tu target , el análisis de las estadísticas, el alcance de la audiencia... todo es mucho más asequible. Pero indiferentemente de la decisión, sea influencer o marca, hay que tener en cuenta el qué, a dónde quieres llegar, muchas ganas de salir adelante y luchar por ello. Si tu idea es buena y crees en ella, con o sin pandemia, funcionará .

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