Enrique San Francisco: adicciones, detenciones y problemas económicos

«Los peores cuatro años de mi vida que recuerdo fueron cuando estuve enganchado a la droga. Pedí a mi madre que me encerrara», se sinceró el actor

Muere el actor Quique San Francisco tras más de un mes en la UCI

Enrique San Francisco

ABC

Si Enrique San Francisco (64 años) quisiera plasmar su vida en un libro, este daría para varios tomos. El actor y humorista madrileño ha exprimido sus días al máximo desde que era bien jovencito y nunca ha tenido pelos en la lengua para contarlo. Sin embargo, en los últimos años, las cosas no le han ido demasiado bien. Sus problemas económicos , de los que culpabiliza a varios agentes que le engañaron a lo largo de su prolífica carrera, le obligaron a abandonar su casa antes de que el banco se hiciese con ella. «Me fui yo antes de que me la quitaran. Fui más rápido, porque esas cosas se ven venir», confesaba una de sus intervenciones en «Sábado deluxe».

En los últimos tiempos, el humorista vivía en un apartahotel en Pinto, el Princesa de Éboli, situado al sur de Madrid. Así lo mostró en el programa en «Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition». «Me gusta vivir en un hotel, pero si estoy mucho tiempo solo conmigo mismo se me ocurren muchas cosas que no se me debían de ocurrir. Por eso tengo que estar entretenido», explicaba. Nada nuevo para San Francisco pues se podría decir que, en parte, se ha criado entre recepcionistas y frías paredes de hoteles. Con trece años hizo las maletas para poner rumbo a Madrid e intentar convertirse en actor . Deambuló de hostal en pensión hasta que conoció a los 17 años a su padre, el también actor Vicente Haro, con el que convivió dos años hasta que decidió independizarse. Más tarde regresaría con él.

No tuvo una residencia fija. Sus siguientes años cambiaría de hogar en función de la mujer con la que estuviese. Vivió un tiempo con Rosario Flores , para ella fue su primer amor. Pese a que la conexión que sentía el uno por el otro era inmensa, en su relación nunca estuvieron solos. Los primeros dos años fueron maravillosos, pero los siguientes coincidieron con uno de los peores momentos en la vida de San Francisco, enganchado a las drogas.

Fue precisamente esta espiral de excesos la que terminó por destruir su noviazgo. «Los peores cuatro años de mi vida que recuerdo fueron cuando estuve enganchado a la droga. Pedí a mi madre que me encerrara. Me metió en una clínica que está en Madrid. Le eché dos cojones y aquí estoy, otros se quedaron por el camino. A Antonio Flores y a mí nos separó la droga. Yo le dije a su madre, a Lola, que lo metiera en una plataforma petrolífera. Era de los tíos que más quería», confesaba con naturalidad a Bertín Osborne en «Mi casa es la tuya».

Su madre, ya fallecida, le salvó. «Me dijo que para verme así, prefería que me suicidara si tenía huevos porque la estaba matando en vida », relataba. No fue la única vez que le ayudó. Cuando decidió alistarse en el ejército, fue su madre la que fue a buscarle a Canarias para que lo dejara y prosiguiera con su vida de actor: « Me hice francotirador , me metí en un cuerpo especial y tuvo que ir mi madre a buscarme allí».

Imagen de la infancia de San Francisco con su madre

Encarcelado

Una de las cosas más surrealistas de la vida de Enrique San Francisco fue cuando le encerraron en un calabozo de Nepal , donde estuvo viviendo algún tiempo, por pelearse con un mono que le había robado su plátano. Estuvo cinco días encerrado hasta que pagaron su fianza. Hubo una segunda ocasión por pegar en ese país a un dependiente que le vendió unas galletas llenas de gusanos.

También conoce bien las dependencias policiales de Madrid. Incluso ha estado en busca y captura , como así contó en una ocasión. Cuando todavía estaba en silla de ruedas por un accidente de moto que sufrió por el que estuvo varios meses inmovilizado, acudió a renovarse el DNI y, a la salida, le estaban esperando unos agentes de Policía. Fue por no presentarse a una citación del juez, pero aún así tuvo que acudir a la comisaría donde ya le conocían los policías. «Pero Enrique, ¿otra vez?», le dijeron.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación