El dramático silencio de Mel B tras firmar su divorcio con Stephen Belafonte

La ex Spice Girl no quiso ver a su ya exmarido en los juzgados. Ha tenido que acceder a repartir todo su patrimonio y a pagar las cosas del juicio

Stephen Belafonte y Mel B GTRES

M. EGIDO

Han pasado nueve meses desde que la ex Spice Girl Mel B iniciase un proceso de divorcio de Stephen Belafonte, con quien llevaba casada diez años y una niña en común . Tal y como ha informado el portal «Page Six», Mel B y Belafonte han llegado a un acuerdo mediante el cual Belafonte se llevará 10 millones de dólares en concepto de bienes gananciales . Al parecer, la que ha salido perdiendo con este acuerdo es la cantante, que tendrá que pagar las costas judiciales, que ascienden a 240.000 euros , y ha tenido que acceder a repartir los beneficios obtenidos tras la venta de las compañías que fundaron cuando estaban juntos, así como de la venta de la mansión que compartían en Los Ángeles.

El pasado jueves se firmó el acuerdo en un juzgado de Los Ángeles. A la salida, Belafonte no ocultó el buen momento que atraviesa. « Estoy soltero y listo para volver a la actividad », comentó a los periodistas que se encontraban en la puerta del juzgado. Y añadió: « Soy el tío más feliz del mundo , tengo todo lo que quiero. Me ha hecho pasar por un infierno, pero ahora todo ha terminado o eso espero». Quien no asistió a la firma fue Mel B, que envió a su representante legal, y todavía no se ha pronunciado sobre el acuerdo de divorcio. Sin embargo hace unos días sí que contó que se había quitado el tatuaje que tenía con el nombre de su exmarido: «Aunque me quite su nombre, el daño que me hizo siempre irá dentro de mí».

El proceso de divorcio de la ex Spice Girl ha sido desde sus inicios un auténtico folletín al más puro estilo hollywoodiano, donde no han faltado niñeras de la discordia, videos comprometidos como moneda de cambio y las inocentes víctimas colaterales: los hijas. El pasado mes de mayo, cuando comenzaban las negociaciones, la cantante ofreció a Belafonte seis millones de euros y una isla privada en el estado de Virginia (en la costa este de Estados Unidos) para comprar su silencio . Al parecer, en sus años de bonanza matrimonial Mel B. participó en varios videos que, tras la ruptura sentimental, resultaban comprometidos para ella. Ya lo dijo la stripper Siara Dianda en una entrevista a «The Sunday Mirror», que «la actividad sexual con ellos fue salvaje» y al parecer Mel B era «la que dominaba». Al parecer, la afición del exmatrimonio a este tipo de juegos sexuales era muy conocida en Los Ángeles.

En medio de esta batalla legal también intervino Nicole Contreras, la primera mujer de Belafonte, que aseguró que su exmarido «es un demonio, por maltratador, manipulador y abusador». Prueba de ello es que en 2004 ganó un juicio contra él por malos tratos. Pero la historia no termina aquí. Lo más sórdido de todo es que Belafonte dejó embarazada a Lorraine Gilles, la niñera de la casa, y él y Mel B le pagaron 284.000 euros para que abortara . Al final, Belafonte y Gilles se reconciliaron y estuvieron durante varios meses extorsionando a Mel B, hasta el punto de que la ex Spice Girl consiguió una orden de alejamiento y Gilles no podía estar a menos de 90 metros de ella.

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