El destino de Arantxa Sánchez Vicario que ya vaticinó su familia

Fue en el año 2012 cuando las cosas se pusieron feas entre los miembros de la familia Sánchez Vicario . A raíz de la publicación por parte de Arantxa (47 años) de su libro autobiográfico, «¡Vamos!», las cosas no fueron iguales para ninguno y la relación de la tenista con su familia se terminó de romper. En él, la deportista acusaba a sus padres de haberla arruinado y «dejado sin nada».

Su enlace matrimonial con Josep Santacana en 2008 tampoco ayudó en abosulto. A sus padres no les gustaba el empresario por lo que llegaron incluso a contratar a un detective privado que investigó el pasado y sus cuentas bancarias. A Vicario, que por aquel entonces estaba completamente enamorada, no le importó en absoluto lo que se descubrió en su momento y rompió todos los lazos que les unían a su familia.

En 2015 llegó a un acuerdo con sus padres para cerrar la batalla legal en la que después se enfrascaron, pero el fallecimiento de su progenitor, Emilio Sánchez, en 2016, reavivió la guerra familiar . De hecho tuvo un encontronazo con con sus hermanos en el tanatorio en Barcelona.

Desde entonces no mantuvieron ningún tipo de contacto, hasta ahora. Este sábado, saltaba la noticia de que su todavía marido, Josep Santacana , le había pedido el divorcio de forma repentina. Según fuentes cercanas a la pareja, el empresario había abandonado el ático de Miami en el que el matrimonio vivía junto a sus dos hijos: Arantxa , de 9 años, y Leo , de 7; y se había llevado gran parte de los bienes de la deportista, lo que la habría dejado en una lamentable situación económica.

Una noticia que a su familia no le ha pillado por sorpresa. Ahora que la relación con Santacana se ha roto, han retomado el contacto para apoyar a la tenista en estos difíciles momentos. La periodista Marisa Martín Blázquez ha anunciado este lunes en «El Programa de Ana Rosa» que Javier Sánchez Vicario , el hermano menos conocido de Arantxa, está de parte de la tenista, aunque no haya querido manifestarlo públicamente. Atrás ha quedado el distanciamiento familiar que les llevó hasta los juzgados. Al igual que Javier, su madre Marisa , también ha querido apoyar a su hija, aunque lo ha hecho públicamente.