Justin Bieber junto a su pastor evangélico, Carl Lentz
Justin Bieber junto a su pastor evangélico, Carl Lentz - INSTAGRAM

El despertar espiritual de Justin Bieber

El cantante canadiense considera a su pastor evangélico como un «segundo padre»

Madrid Actualizado: Guardar
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Justin Bieber no está pasando por su mejor momento y, así lo manifestó en un comunicado a través de su página oficial y redes sociales en el que decía sentirse «decepcionado». Más tarde, canceló los últimos conciertos de su gira mundial, «Purpose», alegando «circunstancias imprevistas», pero sin ser demasiado explícito.

Tras estos acontecimientos, ahora parece que el cantante canadiense ha encontrado el consuelo que necesita junto a su pastor evangélico, Carl Lentz. Según ha contado a «TMZ» una fuente cercana a la Iglesia Hillsong, los dos hombres han «pasado la mayor parte de su tiempo juntos» durante el mes de julio, incluso llegó a afirmar que son «casi inseparables».

Muchos rumores señalaban que ha podido ser la influencia del pastor Lentz lo que le ha hecho cancelar su gira por sorpresa.

Un informante de «Us Weekly» revelaba: «Los miembros de la Iglesia Hillsong dijeron que él no tenía que ir y que Dios lo protegerá». Sin embargo, fuentes cercanas a Bieber han salido en su defensa, alegando que su implicación con la iglesia no ha tenido nada que ver con su decisión: «Él está muy involucrado con el grupo de su iglesia, pero no se está convirtiendo en ningún tipo de fanático ni nada de eso».

Todo apunta a que el intérprete ha encontrado en su pastor la figura ausente de su padre biológico, con quien no tiene relación. De hecho, durante el «tour», el pastor ha estado presente dándole apoyo moral. Se trasladó hasta Australia y Nueva Zelanda para hacerle compañía, lo que habría fortalecido el vínculo que han establecido ambos.

Su confesor le ha hecho recobrar la fe, así como conectar con el mundo espiritual. El propio Justin Bieber confesó durante la conferencia de la Iglesia Hillsong en Sydney que: «su fe está creciendo cada día». Además, la religión se ha convertido en una vía de escape de la agobiante vida que lleva una celebridad.

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