La decisión de Kiko Rivera tras su desencuentro con Isabel Pantoja

Madre e hijo siempre han presumido de la mejor de las relaciones. La «oveja negra» siempre había sido Isa Pantoja, con la que tanto Kiko Rivera como Isabel Pantoja habían tenido desavenencias públicas. Pero la cosa ha cambiado. El Dj ha estallado públicamente contra la tonadillera después de confesar que tiene depresión y de que esta le restase importancia por el coronavirus y le recriminase que no se lo contase a ella en intimidad y sí en televisión.

«No quiero que sigas hablando de esos temas. Me hace mal , te hace mal. Lo que tú tienes no es importante. Hay una pandemia y gente que se está muriendo. Jamás te dejaré que estés en el suelo ni triste porque nunca lo has estado», le dijo Isabel Pantoja a su hijo, a quien no le han sentado bien unas palabras con las que claramente no pretendía ofenderle, sino todo lo contrario.

La cantante prometía ir a ver su hijo a Sevilla esta semana y darle todo su apoyo, pero días después todavía no se ha producido el encuentro, como dejó claro Kiko Rivera este martes a través de sus redes sociales. «Las palabras se las lleva el viento... Tres días y aún sigo esperando a que vengas a darme un beso», escribía en la red social. Un duro mensaje con una clara destinataria: su madre, que no dudó en entrar en «El Programa de Ana Rosa» para poner los puntos sobre las íes.

«Hablo con él todos los días y le llamé al día siguiente. Que nadie dude que yo amo a mis hijos. Estoy cansada de escuchar tantas mentiras, estoy muy nerviosa, yo me enteré de lo de mi hijo como todo el mundo a raíz de la televisión. Y yo no digo que mi hijo no tenga una depresión, nadie quiere más a mi hijo e hija que yo, si mi hijo tiene una depresión quería darle a entender que hay una posible curación», dijo muy alterada Isabel Pantoja.

Pero lejos de solucionarse el problema, las cosas parecen empeorar. Kiko Rivera, que siente que su madre no ha estado a su lado en estos momentos, respondía muy contundente con otro mensaje en las redes sociales: «Voy a centrarme en mi música, en mi cuerpo, en mi mujer y mis hijas, en sonreír... En resumidas cuentas voy a centrarme en ser feliz . Ahora no tengo fuerzas para rendirme».