David Muñoz más feliz que nunca presenta nuevo proyecto: Un mundo de locura sin prejuicios

Érase una vez un chef de 3 estrellas Michelín, un sex shop y una de las ginebras más conocidas del mundo, que se aliaban para crear juntos una envoltura de locura sin límites, ni reglas, ni prejuicios; y poder llevarte a una experiencia sensorial inolvidable. «Te explorá el cerebro de sensaciones hedonistas para que entres en mi mente y mi mundo de fantasía goloso e irreverente... », dice David. Así, podríamos empezar a narrar el nuevo proyecto del cocinero más revolucionario. Ha cambiado por completo la forma en la que se disfruta de la comida, desafiando el status quo de la gastronomía y llevándola a un lugar en el que la experiencia es la clave para llenar el estómago.

Ese madrileño que se fue a Londres a formarse y convirtió a esta ciudad en su musa, en su inspiración, en la base de muchas de las innovaciones que ha introducido en su gastronomía viene a descolocar lo hasta ahora conocido, para hacernos sentir en una realidad parelela donde solo existe el disfrute y la diversión, un lugar muy diferente al que desearás volver.

El chef se siente más libre que nunca y se nota. Nos cita en la Calle Atocha de Madrid, en uno de los sex shop más conocidos de la capital y lo viste de de intriga, misterio e imaginación. Rosas rosas colgando del techo, humo por doquier, actores disfrazados, copas más grandes que un balón y, por supuesto, sus propuestas gastronómicas de vanguardia. «Estas hechuras es lo que vamos a llevar a cabo pero a lo bestia. Es una forma diferente de salir de fiesta. Se trata de llevar el sabor, la innovación y la vanguardia de la gastronomía al mundo de la coctelería y los espirituosos. Una cocina líquida. ¿Por qué tener preconcebido el dónde, cuándo o cómo beber? Todo es muy espectacular pero con un sentido real, no se queda en una pose. No se trata de no entender nada, no es un discurso vacío y lo demostraré. Si te pongo una copa gigante con una gamba frita dentro sabrás porqué. Vas a entender todo lo que decimos", relata entusiasmado.

La marca sólo le presentó la propuesta y, el resto, está en su cabeza. La única condición que el cocinero puso a «Beefeater» era poder crear sin límites. Dicho y hecho. «Hay muchas cosas de distintas disciplinas que me vuelven loco. Busco creatividad, máxima expresión y necesito estar frente a lo nuevo. Me obsesiona hacer cosas diferentes. En DiverXO todo tiene mariposas porque me gusta esa sensación de cuando eres pequeño y abres un regalo con nerviosismo», sentencia David y deja la miel en los labios de lo que vendrá en los próximos meses con su nueva creación.

Recién casado

David Muñoz ha acudido a su primer evento tras su paso por el altar con Cristina Pedroche generando una gran expectación mediática, el chef no deja de tocar su alianza mientras cuenta con ilusión y ganas todo tu proyecto, la revolución al máximo nivel que tiene entre manos. Celoso de su intimidad y aunque le cuesta hablar sobre su vida privada, dejó algunas pistas sobre lo que le tiene con un brillo especial en los ojos: «Nada ha cambiado en mi vida tras mi boda, solamente que ahora estoy un poco más feliz». Y a la pregunta de quién cocina en casa, es claro: «Yo en casa no cocino, después de estar 16h entre fogones... estoy loco, pero no tanto», ríe desenfadado. Y es que el cocinero es un hombre pleno, está encantado por el momento que pasa en todos los sentidos. Tiene todo lo que había soñado y no lo oculta: «Siempre había soñado con esto, lo había imaginado en mi cabeza, lo mío es vocación. Cuando trabajas en algo que te apasiona no miras las horas que le dediques, eso no significa que estés las 24h del día. Te aseguro que saco tiempo para todo, si se quiere se puede».

De ahí a que salir en las revistas del corazón junto a la presentadora no le afecte. «La verdad es que me importa poco la exposición a los medios, ha habido un momento de mi vida en el que he dicho: 'Soy feliz haciendo lo que hago y cómo lo hago, y me da exactamente igual lo que piense la gente'. Me pasa desde el primer día, ahora por unas cosas, antes por otras, pero hay gente que valora lo que hacemos y por qué lo hacemos. Los que me conocen, los que están a mi lado día a día, saben cómo soy. Que alguien piense que soy de una forma porque llevo una cresta o un pendiente me parece absurdo. He aprendido con DiverXO, donde he dado de comer a tanta gente, de tantas nacionalidades, y que nunca han estado vinculados al aspecto que tenían... que creo que es absurdo prejuzgar».

Muñoz, reconoce que seguramente tenga mucho que ver la etapa que vive en estar con más ideas y energía que nunca, vincula la creatividad a la felicidad, a los pensamientos positivos y eso, en este momento, David tiene y muchos.