Camille Gottlieb, la hija pequeña de Estefanía de Mónaco, concede su primera entrevista

Siguiendo los pasos de su madre, la joven ha lanzado la Fundación Be Safe Monaco, con el fin de concienciar a la juventud monegasca del peligro del alcohol y la conducción

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A sus 19 años, Camille Gottlieb ha dejado de ser aquella dulce niña de la que poco o nada se conocía. Desde que cumplió la mayoría de edad -lo hizo el 15 de julio de 2016-, la hija menor de Estefanía de Mónaco -fruto de su segunda relación con uno de sus guardaespaldas, Jean Raymond Gottlieb - ha dejado el anonimato.

Ahora el miembro Grimaldi ha decidido abrir su corazón y conceder su primera entrevista a los medios para hablar de todos sus sueños y su familia. «Mamá me educó igual que a mis hermanos -Louis y Paulina Ducruet, nacidos del matrimonio de la Princesa Estefanía y Daniel Ducruet-, a pesar de nuestra diferencia de edad, así que maduré muy pronto. Como ella, soy también muy sensible a los problemas de la sociedad . Me inculcó sus valores, el cuidado de los demás, el deseo de ayudar a mi prójimo. Mi abuelo el príncipe Raniero también era así», asegura en la publicación «Point de vue».

Las causas sociales son muy importantes para ella, al igual que para su madre, que nunca ha cesado en su lucha contra el SIDA. Como reconoce en la entrevista ha sido su modelo a seguir, tanto que Gottlieb ha lanzado, junto a unas amigas, la Fundación Be Safe Monaco, con el fin de concienciar a la juventud monegasca del peligro del alcohol y la conducción.

Una decisión que también viene motivada por un suceso trágico: «En Mónaco, somos un montón de amigos. Este verano, perdimos a Alexis, víctima de un accidente de tráfico al regresar una noche. La noticia de su muerte nos conmocionó y este drama fue el desencadenante de Be Safe Monaco», cuenta en la misma publicación.

Trabajo duro

Pese a que pertenece a la familia Grimaldi, su futuro se lo ha ganado a pulso. Ha trabajado duro como voluntaria la organización contra el SIDA de su madre y, gracias a su constancia y dedicación, ha logrado unas notas excelentes. Ahora que solo le queda un año en la universidad de Mónaco, ya piensa en cursar un máster en el extranjero, aunque no sabe si tendrá el valor de separarse de su madre.

«Mi madre lloró cuando Louis y Paulina abandonaron el nido y llorará cuando me vaya también. Ella es realmente una mamá gallina (…). Nos llama a todas horas y nos dice cuánto nos quiere varias veces al día. Ella y yo, realmente nos conocemos muy bien, somos muy cómplices, nos reímos mucho juntas», reconoce la joven.

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