Blanca Suárez, la reina incuestionable del Festival de San Sebastián
La pareja de Javier Rey derrocha glamur en el certamen de cine, muy seguida de la novia de Alejandro Sanz, Rachel Valdés, que acompañó al artista
La «reina» de las alfombras rojas del Festival de San Sebastián, Blanca Suárez , ha vuelto a sorprender con el modelo elegido para acudir a la proyección benéfica de su última película, «El verano que vivimos». Ataviada con un vestido de Valenzuela Atelier corto por delante, en un vaporoso tul gris de varias capas rematado por una cola y el pelo recogido en un moño, la actriz caminó sola sobre unas vertiginosas sandalias blancas y posó para los fotógrafos, en ausencia del público que tradicionalmente jalea estas llegadas
Con el único acompañamiento del ruido de los flashes, la alfombra roja que se desplegó ante el Teatro Victoria Eugenia, uno de los edificios más bellos y emblemáticos de la ciudad, fue punto de encuentro para los protagonistas de la jornada. Blanca Suárez ya llamó la atencióna su llegada al Festival luciendo unas deportivas que combinó con una «blazer oversize».
La película, dirigida por Carlos Sedes, cuenta con una canción original de Alejandro Sanz, que también acudió a la cita del brazo de su hija Manuela y de su novia, la artista plástica Rachel Valdés, que deslumbraron con dos modelazos en blanco y negro, en contraste con la vestimenta totalmente en negro, incluida corbata y camisa, del cantante.
Valdés lucía un espectacular vestido largo blanco con pedrería plateada que resaltaba la estatura de la también modelo cubana, mientras Manuela Sanz prefirió un vestido ajustado largo, combinado en blanco y negro.
Todos los chicos de la película, desde Carlos Cuevas, vestido de Sandro París, a Javier Rey con un traje de chaqueta de Pedro del Hierro, eligieron tonos oscuros y negros, al igual que María Pedraza, que lució un modelo de gasas transparentes firmado por Valentino, y Guiomar Puerta, con top y pantalón negros, lució elegante y atrevida con un modelo de Fátima Miñana.
Se trataba de un pase especial de carácter benéfico que tenía reservado la mitad de su aforo a colectivos que luchan en primera línea contra la COVID-19, mientras el resto de las entradas se vendieron a 25 euros que se destinarán a DYA Guipúzcoa.
