Alfonso Diez reaparece en el 60 cumpleaños de Carmen Tello

Como no podía ser de otra manera, el duque viudo de Alba no se quiso perder la comida que su gran amiga Carmen Tello organizó con motivo de su 60 cumpleaños en un comedor del restaurante sevillano Bajo Guía. «La mejor herencia que me ha dejado Cayetana fue conocer a Alfonso», declaró en su día la esposa de Curro Romero, quien el pasado sábado estuvo feliz rodeada de sus amigos más íntimos. En total fueron 23 los invitados, entre los que se encontraban el torero Espartaco con su actual pareja, Macarena Bazán; los duques de Segorbe, los marqueses de Benamejí, Javier Arenas y su esposa, Macarena Olivencia; el matrimonio Pascual, Antonio Burgos y su mujer Isabel; el doctor Muniain y su señora; Rafael de la Serna, quien será el próximo encargado de leer el pregón de la Semana Santa sevillana (dicen que va a ser antológico), o el simpatiquísimo Enrique Miguel, entre otros.

Una fecha tan redonda merecía una reunión de íntimos, entre los que se echó muchísimo de menos a la difunta duquesa de Alba, que nunca se perdía los cumpleaños de su íntima amiga. Doña Cayetana consideraba a Carmen Tello como una hermana, a pesar de que podría ser su hija. Consciente del cariño que se tenían y de la lealtad que Tello siempre demostró con Cayetana, Alfonso Diez viajó hasta su añorada Sevilla para disfrutar de una de las escasísimas salidas que ha realizado desde que hace casi un año falleció su esposa.

Paso por Sanlúcar

Tras pasar por su casa de Sanlúcar, se alojó en el domicilio de los Segorbe, que tanto le quieren y cuidan. Pero a Sevilla no fue con las manos vacías. Diez reagaló a Carmen un reloj antiguo de los años 40 en oro rosa, que tenía en herencia de su padre y que recuerda mucho a otro parecido que en su momento le dio a Cayetana. Su pasión por las antigüedades le viene de familia y por eso sólo a los muy queridos agasaja con las piezas que coleccionaba su padre y que tanto él como sus hermanos han cuidado. Tanto es así, que con el tiempo tuvieron una almoneda en la capital.

Para Alfonso, compartir una tertulia con Curro Romero es todo un placer. Por cierto, el Faraón de Camas sorprendió esa mañana a su mujer con dos centros de rosas enormes que Carmen recibió emocionada, así como un bolso que ese mismo día estrenó. El matrimonio ya se encuentra en plena mudanza a su nueva residencia en Sevilla, una vez que para ellos llegó el momento de ser prácticos y poner en venta su propiedad de Espartinas. El objetivo era estar cerca de los hijos y nietos de Carmen en un piso más cómodo y práctico.

La comida de cumpleaños se prolongó toda la tarde y el momento de apagar la vela del 60 aniversario llegó con un tocino de cielo que hizo las delicias de los más golosos.