15 años de la muerte de Rainiero de Mónaco: su apasionante vida junto a Grace Kelly

Los medios la apodaron como la «Princesa discreta» que dejaba los flashes para su marido. Fue la esposa y madre perfecta

El Príncipe Rainiero de Mónaco y Grace Kelly ABC

ABC

Grace Kelly ascendió vertiginosamente en Hollywood gracias a su belleza, su dulzura y su talento. La actriz conquistó el mundo del cine sin dejar que las inevitables habladurías sobre aventuras y amoríos rozaran su nombre. La seriedad de la joven y su vida intachable nunca dieron pie al más mínimo rumor. Un día, la actriz que se había convertido en la estrella preferida del famoso director Alfred Hitchcock , se trasladó a la Costa Azul. Allí, a las órdenes del «mago del suspense», iba a rodar una película junto a Cary Grant . Los escenarios donde transcurría la acción de «Para atrapar al ladrón» eran el marco incomparable de Montecarlo. El encuentro entre el joven Soberano de Mónaco -el futuro Rainiero III de Mónaco - y la estrella fue tan natural, y el secreto de sus sucesivas citas tan celosamente guardadas, que cuando se anunció la boda entre ellos, muchas personas quedaron sorprendidas .

Boda entre Rainiero de Mónaco y Grace Kelly

Lo suyo fue un «flechazo». Ese mismo año, el Príncipe decidió viajar a Filadelfia para conocer a los padres de su amada. Y allí comprobó que la «estrella» de más éxito en América seguía viviendo en el seno de una familia humilde. La pareja estuvo saliendo unos meses y cuando Rainiero se dio cuenta de que realmente congeniaban, volvió a Mónaco para anunciar la feliz noticia. El 7 de enero de 1956 -tan solo dos meses antes de su boda- el Príncipe Rainiero de Mónaco y la actriz Grace Kelly hicieron su primera aparición en público como pareja oficial durante un baile de alta sociedad.

Su matrimonio se convirtió en la boda del siglo, con seiscientos invitados y treinta millones de personas de audiencia televisiva. Tras esto, Grace Kelly pasó a ser la Princesa Gracia Patricia de Mónaco . Pese a todo, la actriz se retiró de Hollywood después de cumplir sus compromisos para dos películas más. Después de esto, la luz de los focos no volvieron a disfrutar de su fría belleza nórdica y la gracilidad de su silueta.

Rivalidad

Durante años, dos bellas damas ocuparon diariamente las primeras planas de la actualidad. Ambas jóvenes, norteamericanas y casadas con Jefes de Estado. Una era Jacqueline Kennedy y la otra Grace Kelly. Sus posiciones sociales, la similitud de sus deberes públicos y su origen semejante, hicieron inevitablemente que los medios las comparasen casi a diario de forma maliciosa, creando entre ellas una especie de rivalidad para competir por la más elegante, la más popular o simpática.

Princesa discreta

Durante su matrimonio, Gracia de Mónaco estuvo a la altura y la sobrepasó. Los medios la apodaron como la «Princesa discreta» que dejaba los flashes para su marido. Fue la esposa y madre perfecta. De hecho, durante una entrevista, Rainiero III llegó a confesar que «mi esposa y mis hijos me han dado felicidad y aliento. Grace y yo nos enamoramos poco a poco». Una mujer delicada y bellísima, dedicada a la educación de sus tres vástagos — Carolina , Estefanía y A lberto — y a las obras de beneficencia. Pese a su esfuerzo, nunca desapareció de las revistas del corazón, aunque siempre aparecía con una imagen de Princesa y esposa feliz .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación