Una chica alquila el apartamente por Airbnb
Una chica alquila el apartamente por Airbnb - archivo
EL PULSO DEL PLANETA

Vivir como Angela Merkel

Una particular alquila a través de internet el que fuera el apartamento de la actual canciller alemana antes de la caída del Muro de Berlín

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«Ofrezco un apartamento precioso y agradable, de dos habitaciones, con cocina, baño, salón y dormitorio de 55 metros cuadrados en el corazón de Berlín. (…) Y os voy a revelar un pequeño secreto de mi vivienda: nuestra canciller federal vivió entre estas cuatro paredes». Esta es la descripción que ofrece Lene de su apartamento en Airbnb, una plataforma online de alquiler de viviendas.

La oferta es difícilmente rechazable para los fetichistas de la figura de Angela Merkel: 50 euros por dormir una noche en el que fuera el departamento de soltera de la actual canciller antes de la caída del Muro de Berlín. «¿Cocinó su famosa sopa de patata en esa cocina? ¿Se puso guapa en aquel baño? ¿Soñó alguna vez en aquel dormitorio en llegar algún día hasta la cancillería?», se pregunta la prensa local.

Lene, la usuaria que publicita el alquiler del departamento, no tiene problemas en usar la relación entre la vivienda y la figura de Merkel como gancho publicitario para diferenciar su oferta de las miles de viviendas que se pueden encontrar en Berlín a través de la plataforma. «Vivir como Angela Merkel (antes)», titula Lene su anuncio. Y parece que la estrategia le funciona bastante bien: el apartamento está reservado ya para todo lo que queda de 2015. Un negocio redondo.

Pero el turista o curioso que acuda en busca de huellas de la actual canciller alemana se llevará un decepción: como buena parte de los inmuebles del distrito oriental de Prenzlauer Berg –una de las zonas más afectadas por el proceso de gentrificación (encarecimiento de precios y turismo masivo)–, el edificio en el que se encuentra el antiguo apartamento de Merkel está completamente renovado y tiene poco que ver con la cotidianidad de los ciudadanos de la desaparecida RDA. Es decir, el huésped no encontrará ni estufas de carbón ni viejas estanterías de madera llenas de libros de física y literatura germano-oriental, sino un parqué reluciente, impersonales muebles de Ikea y paredes blancas y luminosas.

Como explica el periodista Ralf Georg Reuth en su biografía no oficial «La primera vida de Angela M.», tras el fracaso de su primer matrimonio, Merkel consiguió un pequeño departamento en el número 104 de la calle Schönhauser Alle. Aquí, entre 1986 y 1990, residió y escribió su doctorado. También aquí vivió a Merkel la sorprendente caída del Muro. Como ha declarado la canciller en más de una ocasión, poco después de la histórica rueda de prensa en la que Günter Schabowski, miembro de Politburó de la RDA, anunció que el Muro se abría, Merkel salió de su apartamento en Berlín oriental para dirigirse a la sauna. Sólo después de relajarse, decidió cruzar a Berlín occidental y celebrar con el resto de berlineses lo que finalmente supondría la reunificación de Alemania y el fin de la Guerra Fría.

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