Blanca Suárez: «Me gustan demasiado los espaguetis»

El pelo siempre ha sido una de las preocupaciones de las mujeres. Ese desasosiego se vuelve obsesión cuando el verano está a punto de llegar. El cloro de las piscinas, el sol, la sal del mar... el cabello tiene que estar preparado. Es ahí cuando llega Blanca Suárez con su melena, su sonrisa y su cuerpazo, un tipo al que no castiga haciendo deporte porque su trabajo no le permite «seguir rutinas de entrenamiento». Sí tiene un entrenador personal que le «prepara tablas» para que este valor al alza del cine español pueda mantenerse en forma en cualquier momento. «No soy fan de la operación bikini, me gustan demasiado los espaguetis», contó sobre la llegada del tiempo estival.

Vestida con un diseño de Oscar de la Renta y con unas ondas moldeadas con la plancha de «ghd», para la que es imagen, Suárez se mostró encantadora con todos los que ayer acudieron a verla.

Y no eran pocos, pues por esta actriz de 26 años se mueven montañas y poblaciones enteras. Tanto es así que ha conquistado hombres que suman millones y millones de seguidores en las redes sociales, se ha tintado el pelo de rosa y ha conseguido que Pedro Almodóvar o Alex de La Iglesia suspiren por ella. «Uno está guapo cuando está bien, cuando está a gusto y cuando eres tú mismo, sin disfrazarse», una filosofía de vida con la que ha encandilado a los más grandes del cine.

«¿Eso es así? ¿Tú crees?» cuestionaba Suárez para escurrir la afirmación sobre que es una de las mujeres más guapas de este país. Sabiendo que una buena melena (muchas veces) potencia la belleza de una, la actriz no parpadea cuando le preguntan si se «raparía el pelo para interpretar un papel». «Si la película lo merece... He de decir que no me lo han propuesto pero ¿por qué no?», aseguraba entre risas. Con las nuevas tendencias, no hay que tener miedo a los cortes de pelo, como el de la Reina Letizia, que el pasado martes nos sorprendía con un nuevo corte «bob». «La he visto y me gusta mucho, está guapa», comentaba sobre la soberana.

La actriz, que se exige mucho a sí misma, reconoce que solo hay dos partes de su cuerpo que le gustan mucho. «Me gustan mis ojos y mis labios», apostillaba. Dos armas letales en el arte de la seducción.