Pedro Zerolo y su marido, Jesús Santos, durante un acto del Partido Socialista en Madrid
Pedro Zerolo y su marido, Jesús Santos, durante un acto del Partido Socialista en Madrid - álbum privado
su lucha contra el cáncer

Pedro Zerolo: «Hay días que no me puedo ni levantar. ¡No sé cómo saco fuerzas de flaqueza!»

El concejal del Ayuntamiento de Madrid es uno de los políticos más carismáticos del PSOE. Tal vez por ello, cuando anunció que padecía cáncer despertó una ola de apoyo a través de los medios y las redes sociales

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Abogado enérgico que no cesa de enarbolar su gramática móvil. Hombre en plena actividad, que no se aleja un paso del ruido de la vida. Político-torbellino generador de propuestas en los Plenos Municipales. Civil, como tantos otros, en lucha contra la enfermedad de maldito apelativo que irrumpió en su vida el pasado diciembre. Cáncer. El apellido: de páncreas. Lo anunció antes de especulación alguna, porque suele ganar la batalla quien lanza el primer gancho....

Son muchos «pedros» dentro de un único Zerolo y con todos ellos se conversa cuando se tiene el lujo de entrevistarle. Elegante, sincero, cariñoso, formado, empático, proactivo. Quince días de llamadas, correos, whatsapp y la inestimable mediación de su mano derecha, Rosa Laviña, nutren el resultado de nuestras palabras.

Aunque tiene como soberana munición una bandada de respuestas, su tratamiento médico nos obliga a medir los tiempos. «Hoy no puedo, mi niña –entona con su melismático acento tinerfeño, balanceándose sobre la última vocal-, el día de quimio me roba los tres siguientes. Lo intentamos la semana que viene». Pero no es del todo cierto. El secretario de movimientos sociales del PSM-PSE y abanderado de cuantas siglas definen su lucha, es el rayo que no cesa. Ningún patrón se resistiría a negarle una baja por enfermedad que él jamás aceptaría porque toda su alma sigue en marcha; «en la lucha»... Tanto política como privada, y siempre, con una sonrisa por fusil.

— ¡A usted no hay quien le pare! (el miércoles defendió en el Pleno el acceso a vivienda digna como derecho fundamental y propuso 10 medidas urgentes para erradicar la pobreza infantil)

Es que soy un servidor público y mientras tenga fuerza cumpliré con mi obligación y con el Pueblo de Madrid. Cierto que he tenido que reducir mis actividades pero sigo estando muy presente en la calle que es mi hábitat natural, y asumir mis responsabilidades como concejal.

— La pregunta más importante... ¿Cómo está?

¡Estoy, que ya es! Por supuesto hay días para todo, pero me encuentro fuerte, con ánimo y con muchas ganas de vivir y seguir adelante

— Hizo pública su enfermedad con todas las letras: «Lucho contra el cáncer hasta la victoria final». Suena a pelea, y de las bravas

No te equivocas. He tenido que pelear mucho en mi vida y salir de muchos armarios, y ahora me ha tocado -y he querido- visibilizar mi cáncer. Mi existencia ha sido una lucha constante, creo que soy un superviviente y un buen resistente, y eso me ha servido mucho. Ahora me toca batallar duro contra el cáncer, pero, pase lo que pase, lo afrontaré con la mayor tranquilidad posible.

— ¿Y cómo es la batalla diaria?

Vivo la vida como hay que vivirla: viviéndola, con valentía, determinación e ilusión. Los días siguen marcados por mi actividad como concejal que me apasiona y me da muchísima fuerza, y, las jornadas de quimio –que son los viernes- estoy donde tengo que estar para luego descansar de los efectos el fin de semana. Sólo de esa forma puedo encarar los lunes asistiendo a las Comisiones y Plenos del Ayuntamiento, o dando charlas... Pero sobre todo estando en la calle, que es mi alimento personal y político. Pero que quede claro: hay días tremendos en los que no me puedo ni levantar, ¡no sé cómo saco fuerzas de flaqueza!

— Carreras, Luz Casal, Carmen Romero, Esperanza Aguirre. Algunos -como recientemente decía Concha Velasco- no se perdonan haberse derrumbado... ¿Cómo lo encaró usted?

Cuando me comunicaron lo que tenía me quedé noqueado por completo, tuve que interiorizarlo durante días para no derrumbarme y poder seguir adelante. Fue durísimo; un mazazo. Por tanto, entiendo que la gente se derrumbe pero no debemos impedirnos el perdón por ese susto inicial.

— En las redes lo comunicó de un modo muy lírico: «Tu cuerpo puede/ llenar mi vida,/ como puede tu risa/ volar el muro opaco de la tristeza»....

Subo mucha poesía a mis perfiles de Red. Y es que, unos trascienden con profetas y otros lo hacemos con poetas. La poesía me emociona y me eleva, reconforta y relaja… Y en estos momentos más. Tengo una moral y ética laica pero una vida espiritual rica y trascendente que se enriquece con la poesía.

— Aún tenemos resaca de eurocomicios, ¿cómo interpreta los resultados obtenidos por el PSOE?

Los resultados han sido malos, por supuesto, y ya se han asumido responsabilidades políticas por parte de nuestro Secretario General. Ahora se abre un proceso de renovación y cambio en el que tenemos que emplearnos a fondo para recuperar la confianza de la ciudadanía, un proceso en el que apuesto por la convocatoria inmediata de primarías abiertas. Eso sí, en este momento hay que tener también bien presente a la militancia socialista a la que le debemos todo en el Partido y ha sufrido mucho durante este tiempo, por lo que el PSOE debe oír la voz directa de los afiliados, esto es, un militante, un voto en el próximo Congreso Extraordinario, y no dejar de convocar primarias abiertas para oír también, alto y claro, a la ciudadanía.

— Desde luego algunos «protocandidatos» sólo aspirarán al liderazgo del partido si se elige por voto directo...

Por supuesto: ¡Un militante, un voto! Siempre he apostado por ello: democracia, participación máxima y valentía, ese es el secreto

— Habla de valentía y yo tengo una duda: ¿cómo se enfrenta un agnóstico a esta fase tan crucial?

Más que agnóstico, ateo. Y me enfrento a esta situación desde mi libertad de pensamiento, con valores laicos y reafirmándome en mis creencias. Sí, tengo creencias, soy creyente: Creo en la libertad, en la igualdad, la justicia social, la solidaridad y la generosidad de los seres humanos, y eso me reconforta muchísimo.

— ¿Se cuida o le cuidan?

Me cuido y me cuida sobre todo mi marido. Siempre hemos sido un todo, para lo bueno y lo malo, en la salud y ahora en la enfermedad, un cáncer que combatimos juntos. Y luego, por supuesto, la familia y los amigos.

— Y ¿está echando en falta a alguien, a su lado?

A nadie, al contrario, me han sorprendido las manifestaciones de cariño y apoyo de quienes están cerca siempre y de quienes no lo están tanto. Seguramente la generosidad y la bondad en vida tienen estas recompensas: Creo en que cuando siembras recoges

— Siempre le quita hierro, pero ¿cómo afronta el «sinsentidismo» de quienes hablan de «castigos divinos»?

Fue terrible escuchar algo así de quien tendría que predicar lo contrario. En todo caso la respuesta social fue clara: más de 50.000 firmas de condena y la reprobación general.

— El Papa Francisco, has sido un soplo de aire fresco para los católicos... ¿Qué le diría en una audiencia privada a un jesuita tan «abierto»?

Que la música me suena muy bien, pero hay ahora que escribir la letra. Y la letra pasa por cambiar ciertas actitudes y declaraciones como las que, cada cierto tiempo, hace algún obispo y que no tienen crítica alguna por parte el Vaticano.

— ¿En qué punto, hoy, debemos reflexionar sobre los derechos del colectivo LGTB en España?

En lo que falta por hacer en defensa de la Diversidad social: una Ley de Igualdad de Trato, Consideración y Oportunidades, para que nadie pueda ser discriminado por ninguna condición o circunstancia personal o social, como dice nuestra Constitución y una Ley de Libertad de Conciencia, porque sin laicismo no avanzamos y sin laicidad no tendremos un futuro en paz

— ¿En esta segunda década del S. XXI, quienes elegimos a los políticos dejaremos de pensar en su orientación sexual?

La visibilidad ha determinado que cada cual debe manifestarse como es. Y si está normalizado que, directa o indirectamente, las mujeres y hombres que se dedican a la política se manifiestan como heterosexuales, igual derecho tenemos los homosexuales, transexuales y bisexuales.

— Ahora, tanto premio como le están dando ¿le empieza a escamar?

No, porque los premios los asumo como un reconocimiento al Movimiento LGTB, que se los merece, porque gracias a él España se convirtió en el primer país del mundo en reconocer, de una sola vez y en una sola legislatura, la dignidad de las personas de cualquier orientación sexual.

— Nació en Venezuela... ¿Cómo ve de «madura» su situación política?

Sí, soy hijo de emigrantes canarios. Nací en Caracas, crecí en La Laguna de Tenerife y vivo en Madrid. Soy consciente de la situación de enfrentamiento en Venezuela, y siempre es buena ocasión para abogar por la concordia social y repudiar la violencia venga de donde venga.

— Visto en retrospectiva, ¿de qué se siente más orgulloso?

De haber llegado convenciendo en todas las luchas que he emprendido y ganado. Con el matrimonio igualitario conseguimos una mayoría social, política, parlamentaria y, por si fuera poco, una mayoría del TC. Así que, se puede llegar convenciendo y sin violencia alguna.

— ¿Qué es lo mejor que le ha dado la vida de casado?

Llevo «casado» de hecho 18 años y de derecho desde el 1 de octubre de 2005. Jesús y yo nos casamos por activismo y amor, conscientes de que el amor es el mejor de los activismos y de que era necesario construir referentes. Y desde entonces hasta ahora, cada vez mejor.

— Y... ¿a qué dedica el tiempo libre Pedro Zerolo?

Me apasiona la botánica y me paso muchos días en El Jardín Botánico de Madrid que es una maravilla. Seguro que por eso como mucha verdura (risas). Soy un enamorado del cine: acabo de ver «La vida inesperada» de Javier Cámara y Raúl Arévalo, he visto tres veces «Un trozo invisible de este mundo» con Juan Diego Botto y Astrid Jone. Estoy releyendo «La lucha por la dignidad» de José Antonio Marina y María de la Válgoma y escucho «Mujeres» de Coque Malla.

A punto de la despedida, un golpe de suerte nos permite conocer a su marido, Jesús Santos. Un guapo, culto y discreto hombre al que hemos visto en campañas, estrenos y presentaciones, en un voluntario segundo plano pero siempre de la mano de Pedro. Poco sabemos de él, salvo que trabaja en el departamento de Coordinación del Instituto Europeo de Diseño (IED), en la Escuela de Visual Communication...

— Jesús: No se ha separado de Pedro, ¿juntos en lo bueno y en lo malo?

Por supuesto, siempre ha sido así desde que nos conocimos. No lo entendería de otra manera.

— ¿Qué es lo que más le ayuda en este momento a Pedro y en qué punto se equivoca usted, con la mejor intención?

Pedro reacciona muy bien ante el cariño y, a veces, mi problema es que caigo en la sobre protección: ¡y eso lo lleva peor!

— Cuando todo esto pase (que pasará)... ¿Habrá una re-boda?

No hace falta, porque renovamos los «votos» todos los días. Nos queremos mucho.

— ¿Cómo, con el tratamiento como guadaña, un día feliz en la vida de la familia Santos-Zerolo?

Salvo el día de la quimio, de pruebas o cuando aparece algún efecto secundario, somos muy felices día a día, porque disfrutamos de las pequeñas cosas.

— Cuéntenos una «debilidad» de su marido, para mantenerse en forma

Aparte de gustarle el cine, la música, el teatro, como te ha contado… Es muy gregario. Estar con la familia, los amigos o estar en la calle “haciendo barrio”, le da mucha vida

— Jesús: cómo le presento para no equivocarme

Es fácil: Pedro es mi marido y yo soy el suyo.

....Sólo Neruda puede sellar esta despedida: «Antes de amarte, amor, nada era mío: vacilé por las calles y las cosas, nada contaba ni tenía nombre, el mundo era del aire que esperaba»...

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