Los secretos de un bronceado perfecto

Trucos para lucir un bronceado bonito

Llega el verano y, como todos los años vuelves a plantearte, el reto de conseguir ese precioso tono dorado de piel con el que llevas soñando durante todo el invierno. ¿Pero cómo lograrlo? A pesar de lo que muchas creen, conseguir un buen bronceado no se logra pasando demasiadas horas al sol. Al contrario, esto puede producirnos más daño que un tono hermoso. Tomar el sol por tiempos prolongados es muy dañino para la piel, aunque llevemos protector solar.

Antes de ponerte el bañador y las chanclas, hay algunas cosas que debes tener en cuenta y que te ayudarán a convertir el bronceado en un arte. Aquí están nuestros consejos y trucos para obtener una piel suave y bronceada que harán destacar entre la multitud en las fiestas de verano.

Exfolia tu piel

Porque no hay bronceado bonito sin un peeling previo (unas 48 horas antes) que elimine rugosidades y restos de bronceado anteriores. Es imprescindible exfoliar la piel si quieres asegurarte un bronceado totalmente uniforme. Puedes hacerlo con agua caliente y un producto exfoliante.

Alimentos antioxidantes

Además del método tradicional –tumbarte bajo el astro rey en una playa cualquiera o en una de las piscinas de moda– es imprescindible que prepares tu piel desde varios frentes. Y uno de ellos es con un método antioxidante que proteja tu piel de los radicales libres —los rayos ultravioleta son una de las fuentes principales de radicales libres— que incluya, además de un ritual cosmético, un aporte nutricional extra de alimentos antioxidantes. Por ejemplo, un zumo de naranja diario.

Ponte protector solar

Primero que nada, respeta los horarios: evita el sol entre las diez de la mañana y las cinco de la tarde aproximadamente. Cuida tu piel y utiliza siempre protector solar. Aplícalo media hora antes de exponerte al sol y renueva cada dos horas, especialmente si te has mojado. También protege tu cabeza con un gorro, tus ojos con lentes y los labios con una crema nutritiva como la manteca de cacao o de karité.

Ya en el sol, debes pensar en broncearte como si fueras un pollo en una rotisería: cada un tiempo, ve cambiando de posición y no te olvides de tomar abundante agua para evitar quemaduras y que la piel se deshidrate.

Crudités de zanahorias

«Si quieres un color de piel más saludable y más atractivo, es mejor comer una dieta saludable con abundantes frutas y verduras que tumbarse bajo el sol». Es una de las afirmaciones del doctor Ian Stephen de la Universidad de Nottinghan extraídas en un estudio publicado en la revista Evolution and Human Behaviour. Y es que, según este estudio, las personas que comen más raciones de frutas y verduras al día tiene un color de piel más dorado gracias a los carotenoides, presentes en las frutas y verduras de color rojizo y anaranjado. De ahí que sea más que importante incrementar su consumo. ¿Cómo? Hay muchas maneras, aunque una de ellas puede ser tomando a media mañana o media tarde crudités de zanahorias (peladas y cortadas).

Crema hidratante «after sun»

Crema hidratante para después del sol: después de una sesión bajo el sol es fundamental repararla, nutrirla e hidratarla. Solo así podrás lucir una piel saludable, evitar las descamaciones y alargar el bronceado. De manera que no te olvides de aplicar una capa abundante tras la exposición solar.

Prolonga el broceado con litros de agua

El truco más efectivo para prolongar el broceado es mantener bien hidratada la piel. Y para revitalizar, nutrir e hidratar la piel no sólo es necesario utilizar un buen producto hidratante, sino que hace falta hidratar al cuerpo desde dentro. Bebe al menos dos litros de agua al día, haz una dieta rica en vegetales y fruta y evita las grasas.