Fuera de sitio

La pesadilla de los regalos a los profesores en los grupos de WhatsApp

«Si mi hijo quiere regalarle algo a su profesora, que lo haga él»

Escena de la película 'El club de los poetas muertos'
Lola Sampedro

Lola Sampedro

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Cada fin de curso la misma historia, la pesadilla en el grupo de padres de WhatsApp para comprar el regalo al profesor. Yo llevo años negándome, nunca he entendido lo de tener que recompensarles por haber hecho su trabajo o, visto de otra forma, por haber tenido que aguantar a nuestros hijos. Sobre todo, porque eso es siempre cosa de los adultos, no de los niños. El regalito se suele comprar sin que ellos se enteren de nada.

Creía que eso terminaba cuando pasaban a Secundaria, pero por lo visto la historia sigue en algunos colegios incluso cuando los niños son ya adolescentes . Mi hijo mayor tiene 15 años y la semana pasada recibí los primeros mensajes pidiendo 10 euros por alumno. Suelo negarme en silencio, pero este año me ha resultado aún más insoportable y he acabado por quejarme en público . De hecho, tampoco entiendo que a estas alturas sigamos teniendo grupo de WhatsApp. Cualquier día me salgo y así me llevo la medalla de oro a la madre borde.

Se supone que todos queremos que se críen independientes y aprendan a tomar sus propias decisiones. Si mi hijo quiere regalarle algo a su profesora, que lo haga él. Para tener un detalle podría hacer algo con sus propias manos, por ejemplo, un dibujo, un texto, una fotografía, un vídeo de recuerdo… Lo que le apetezca a él, no a su padre ni a mí, porque al final, es su vida. Sin embargo, en el grupo de padres nunca se plantea animar a los críos (adolescentes ya, insisto, para más inri) a que tengan un gesto bonito; se limitan siempre a recaudar dinero para comprar cualquier cosa.

No sé cuándo empezó todo esto, aunque me temo que es un invento de nuestra generación. No recuerdo a mi madre regalarle una pulsera o un día de spa a ninguna de mis profesoras. Me apuesto lo que sea a que ni se le pasaba por la cabeza. Estaba pendiente de nosotros y en contacto con el colegio; a partir de ahí, los detalles corrían de mi cuenta si me apetecía tenerlos.

Lo peor de todo es que me he dado cuenta de que siempre son las madres las que escriben en el grupo de WhatsApp . Nunca he recibido mensajes de algún padre proponiendo recaudar ni dando ideas de regalo. Me llama mucho la atención que siempre sean mujeres las que se implican, como si ellas fueran aún al colegio y no los hijos. En las puertas de la escuela veo a hombres; también en las reuniones de clase y en las tutorías. Donde no los veo participar es en el grupo de WhatsApp.

Aunque yo nunca he conocido a ninguna, sé que hay profesoras (y profesores) que se niegan a recibir regalos porque no les parece adecuado. Entienden que ya cobran un sueldo por hacer su trabajo y esperan que los detalles, si es que los tiene que haber, los tenga la dirección de la escuela. Les aplaudo el ejemplo, solo espero encontrarme un día con alguna de esas excepciones. Me pondría tan contenta que ni recaudaría. Yo solita le regalaría un masaje tailandés.

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