Desde Cáritas auguran malos tiempos para una vida tan cara, en la que cada vez cuesta más pagar las facturas o llenar la nevera. Y así más del 30% de los hogares, 6 millones de familias, no tienen un presupuesto digno. Diana y Antonio, en Granada con dos hijos, echan cuentas y más cuentas, pero no les llega. Y a Alberto, en Barcelona, le cuesta las necesidades más básicas, le pesan demasiado: alquiler, luz, gas, agua... El 70% se ha obligado a reducir los gastos en ropa y casi la mitad tiene que ahorrar en alimentos. El 33% ha tenido que renunciar a prótesis, gafas o audífonos; el 22% tiene que pedir ayudas para pagar las facturas; y el 14% ha dejado de comprar medicamentos necesarios. Estrategias para sobrevivir a una vida indigna.
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