La Comisión de Transferencias se reunirá el lunes en Bilbao
El órgano bilateral cerrará el traspaso de dos líneas ferroviarias y un tramo de la AP-1
La Comisión Mixta de Transferencias se reunirá el próximo lunes en Bilbao para ratificar los primeros traspasos de competencias al País Vasco. Se trata, tal y como quedó acordado el pasado martes, de las líneas de ferrocarril Alonsótegui-Baracaldo y Bilbao Basauri y del tramo de la autopista AP-1 entre Armiñón y Burgos. Encabezados por Josu Erkoreka y Meritxell Batet, los Gobiernos vasco y central resucitarán este órgano bilateral siete años después del último encuentro.
La reunión del próximo lunes tendrá además un carácter simbólico, pues nunca antes se había celebrado la Comisión Mixta de Transferencias en el País Vasco. Precisamente, el día 26 estaba programada una visita de la ministra de Política Territorial y Función Pública a la capital vizcaína para participar en un acto de la Universidad de Deusto. Un evento en el que coincidirá con Erkoreka, portavoz del Ejecutivo autonómico, a quien volverá a ver a primera hora de la tarde. Otros siete responsables de cada administración formarán parte del órgano bilateral, que permanecía inactivo desde el año 2011.
La nueva sesión de la Comisión de Transferencias se daba por supuesta después de que el pasado martes ambos Ejecutivos cerraran un «principio de acuerdo» en torno a las citadas competencias, cuya cesión fue ordenada por el Tribunal Constitucional (TC). Un pacto muy aplaudido por el nacionalismo vasco, en cuyo seno comenzaba a brotar cierto nerviosismo por la falta de avances en materia competencial.
Este mismo miércoles, el lendakari, Iñigo Urkullu, puso de relieve la importancia de estas tres transferencias, que a su parecer constituyen un nuevo «paso» hacia el cumplimiento «íntegro» del Estatuto de Guernica. En un acto celebrado en Vitoria, el líder nacionalista subrayó que las políticas en materia de innovación, servicios sociales, infraestructuras, educación o empleo dependen de la «capacidad competencial» de la administración, razón por la cual el Gobierno autonómico otorga «tanta importancia» al traspaso de las 37 carteras que el PNV reclama al Estado.
Más competencias
Porque el traspaso de las dos líneas ferroviarias y el tramo de la AP-1 solo satisface una mínima parte de las expectativas del PNV, absorto en obtener carteras de mayor calado económico. Especialmente atrayentes son las competencias sobre el ámbito económico de la Seguridad Social y las prisiones, aunque por el momento las diferencias entre el Gobierno central y el vasco parecen insalvables: «Si en 30 años el Estado no la ha transferido será por alguna razón», aseveró el presidente, Pedro Sánchez, al ser consultado hace unas semanas en el Senado acerca de la gestión de la Seguridad Social. En este sentido, subrayó que no hay que confundir «lo importante con lo urgente».
Pese a todo, la materialización de las citadas transferencias ha logrado sosegar a un PNV que en las últimas fechas había incrementado su presión sobre el Ejecutivo de Sánchez para que pasara «de las palabras a los hechos» a la hora de cumplir con los «compromisos» que adquirió a cambio del apoyo a la moción de censura: «Ser honesto y leal es una cosa, pero ser tonto es otra bien distinta», llegó a manifestar Andoni Ortuzar, presidente del PNV, durante la celebración del último «Alderdi Eguna» (Día del Partido).
Noticias relacionadas
