«Snoopy», el sicario más sanguinario de España, condenado a 22 años y medio de cárcel

José Arbey, junto a dos compinches, asesinó en 2014 por equivocación a un joven empresario español al que confundió con un alunicero

«Snoopy», junto a uno de sus compinches, en la Costa del Sol

S. L.

Habían planeado el asesinato perfecto, pero se equivocaron de objetivo. José Arbey Rentería Acevedo , Breiner Augusto Portilla Tapasco y Jonhson Andrés Medina conformaban una de las oficinas de cobros más peligrosas de España. El primero de ellos, José Arbey, de 43 años, era el líder de la temeraria banda de sicarios colombianos . En su mundillo se le conoce como «Snoopy» o «Nené». Llegó a ser el sicario más sanguinario de España. Hasta que su castillo de ajustes de cuentas se desmoronó y la Policía lo detuvo. Ahora, ha sido condenado a 22 años y 6 meses de prisión por un crimen que se cree orquestado por él, aunque ejecutado por Breiner Augusto, su fiel escudero, a quien le esperan 28 años a la sombra. Así lo ha decidido la Audiencia Popular de Madrid después de que un Jurado Popular les declarase culpables del asesinato de un joven empresario madrileño en paro, de 32 años, al que confundieron con la víctima del crimen.

Los hechos se remontan a julio de 2014 . Breiner Augusto alquiló con nombre falso –se hizo llamar Martín González Chocoj– un apartamento en Madrid, exactamente en la carretera de Villaverde a Vallecas. A lo largo del mes siguiente compró una Blackberry para comunicarse por mensajería con los otros acusados y una moto para hacer seguimientos a la víctima. Realizaron vigilancias continuas durante días para conocer los hábitos del hombre, actividad en la que los tres estaban involucrados. Así, conocieron que frecuentaba por las tardes los alrededores de la parada de Metro de Almendrales, situada en la avenida de Córdoba.

Breiner Augusto

El 12 de septiembre de 2014, se reunió con otros de los supuestos sicarios en las inmediaciones del Centro Comercial La Gavia para ultimar los preparativos del crimen y poco más tarde se dirigió al barrio de Villaverde, donde Jonhson Andrés le entregó a través de una tercera persona una pistola semiautomática .

Breiner Augusto fue con su motocicleta hasta el vehículo de la víctima, que estaba estacionado en la calle. Cuando el propietario del turismo se introdujo en su interior, Breiner Augusto se acercó a la ventanilla del copiloto lo que llamó la atención de José Luis Lucas Serrano, que salió del vehículo. Lo confundieron físicamente con un alunicero, según un fiscal, que iba al gimnasio al mismo edificio donde la víctima estaba haciendo un curso del INEM. Además, conducía el mismo coche que el hombre al que los sicarios pretendían matar.

Entonces le disparó a una distancia de 2 o 3 metros varias veces, alcanzándole en 8 ocasiones en el pecho, la cara, el cuello y el brazo derecho, causándole la muerte instantes después.

Breiner Augusto Portilla ejecutó al hombre equivocado cubriéndose el rostro con el casco de la moto, que no se quitó en ningún momento para no revelar su identidad . El autor del crimen abandonó Madrid y huyó a Alicante.

Al autor material se le imponen 28 años y tres meses como autor de un delito de asesinato alevoso , por precio o recompensa, con la agravante de disfraz, tenencia ilícita de armas y falsedad por la falsificación de la matrícula. A los otros dos acusados, «Snoopy» y Johnson Andrés Medina, se les condena a veintidós años y medio de cárcel por asesinato alevoso , por precio o recompensa.

Asesino a sueldo

«Snoopy» llegó a España en el año 2000. Siempre había conseguido salir absuelto de las acusaciones en su contra, entre otras, cuatro veces deasesinato o de homicidio. Hasta ahora. Del asesinato de José Luis Lucas también se escapó. Aunque su fuga le duró solo un año, cuando lo detuvo el Grupo II de la Brigada del Crimen Organizado de la Policía Nacional. Él y sus secuaces habían recibido desde Colombia el encargo de acabar con la vida de un empresario marbellí y sus dos escoltas, a cambio de 30.000 euros por cabeza. 90.000 euros por vida.

«Snoopy» y los suyos se desplazaron a la Costa del Sol , donde alquilaron un apartamento y una moto, que pretendían utilizar después de descerrajar los tiros sobre sus víctimas. La banda, conformada por al menos siete personas, no dudaba en hacer vida de turista, con estancias en la playa, baños y tomando el sol. Pero cayeron en manos de la Policía Nacional, que les vigilaba muy de cerca en su día a día.

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