Sara Hernández niega «categórica y absolutamente» el acoso a su concejal

La alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, ha negado esta mañana, a su llegada a los juzgados de la ciudad madrileña, «categórica y absolutamente» todas las acusaciones que la exmiembro de su Ejecutivo local ha realizado en su contra y por la que hoy se la juzga por un presunto delito de coacciones y amenazas.

Hernández ha indicado que la situación le «entristece» y que esta no es «agradable para ninguno de nosotros», aunque no ha querido manifestar «ninguna opinión negativa sobre ningún miembro del grupo municipal socialista». La primera edil ha indicado que llega a este juicio sobre delitos y faltas que tiene lugar en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 3 de Getafe «para que se aclaren todas las circunstancias y poder seguir trabajando» algo que, a su juicio, es «lo más importante para la ciudad y para sus vecinos».

Respecto de su ánimo, ha asegurado que afronta el juicio «con total tranquilidad y serenidad» puesto que no tiene dudas «de las cosas que sucedieron», por lo que se pone «a disposición de la justicia» para que estas «se aclaren» y no quede «ninguna sombra de duda al respecto».

La regidora ha llegado a la sede judicial poco antes de las 10:30 horas acompañada del resto de concejales socialistas del Ayuntamiento getafense, así como de otros miembros de la agrupación del PSOE en la localidad a los que ha querido agradecer su «solidaridad».

Previamente, había accedido a los juzgados Mónica Cerdá acompañada de su abogado, si bien la edil no ha querido hacer declaraciones. Cerdá acusó a Hernández y a su presunta «mano derecha» Cristina González de haberle obligado a firmar la renuncia a su acta como concejal cuando su única intención era la de abandonar el equipo de Gobierno, según explicó en una nota de prensa, debido a la reorganización del Ejecutivo que llevó a cabo la alcaldesa.

En esta remodelación, anunciada el día 22 de marzo, Cerdá fue una de las concejalas más afectadas y pasó de tener a su cargo Empleo, Desarrollo Económico, Juventud y las empresas públicas Gisa y Alef, a encargarse de Salud y Consumo y la recién creada concejalía de Calidad y Transparencia, mientras que mantenía era Juventud.