Los restaurantes de la Plaza Mayor contra Carmena: «Nos va a hacer polvo»

Los hosteleros se quejan de las limitaciones en las terrazas para los conciertos de San Isidro: «Es el 80% del negocio»

Madrid Actualizado: Guardar
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Los hosteleros de la Plaza Mayor se encuentran entre desconcertados y temerosos por las indicaciones del Ayuntamiento de retirar, al menos, una parte de sus terrazas por los conciertos de San Isidro, que se celebrarán durante este fin de semana. «No sabemos qué va a pasar, los últimos años no hemos quitado las mesas; si pasa, nos van a hacer polvo», apuntan.

Como adelantó ayer este periódico, la Junta del Distrito de Centro, presidida por Jorge García Castaño, ha enviado una circular a los locales en la que se establecen una serie de medidas de seguridad para los días de espectáculo. La que más preocupaciones suscita entre los implicados es la retirada de los veladores, pero no es la única.

También avanza que se limitará el acceso al histórico recinto, que este año celebra su cuatrocientos aniversario, para que el aforo no supere nunca los 10.000 espectadores.

Según los hosteleros, las pautas de retirar alguna mesa «siempre se dan» cuando hay algún evento en la plaza, como el paso de las comitivas de Semana Santa. Sin embargo, cuando no ha ocurrido nunca es en San Isidro. Su experiencia y la falta de concreción en la orden aportan cierta inquietud. Julián Fernández, del local Magerit, explica que sí han recibido la circular, pero «no especifica» cómo será el operativo.

El escrito municipal se limita a decir que se retirará la primera fila de las terrazas que estén próximas al escenario, situado junto a la Casa de la Panadería. El criterio para levantar las mesas será de la Policía Municipal en función de las circunstancias del momento, pero deja abierta la posibilidad de que se eliminen más veladores si se atisban riesgos de orden público. La instrucción, declara Fernández, es «ambigua», porque no saben «si tendremos que quitar una mesa, una fila o varias», con la preocupación de que es su principal sustento: « La terraza es el 80% de nuestros beneficios, si las tocan nos van a hacer polvo».

Falta de visibilidad

Los hosteleros coinciden en que tocar las emblemáticas terrazas es «quitar vida» a la Plaza Mayor, como apunta Fernando Montero, del bar Plaza Mayor. Cada local cuenta con una media de unas treinta mesas, que conforman el pilar sobre el que se asientan estos locales; en San Isidro un «atractivo» extra porque la gente «suele sentarse para ver el espectáculo», como indica Mariano Blanco, encargado del restaurante Don Calamar.

No obstante, esta consideración esconde algunos matices. Según José Martínez, de Torre de Oro, el hecho de sentarse o no «depende mucho» del tipo de público que arrastra el artista en cuestión. En este caso, los conciertos programados son variados, tanto en estilo como en el público potencial que los sigue: Santiago Auserón, Primavera Pop, Nacho Vegas, Najwajean y Manu Chao.

Pero los problemas no se reducen al tiempo de los conciertos, que empezarán en torno a las 20 horas, sino a las consecuencias diarias de que el enorme escenario se haya plantado en mitad de la plaza. El propio trabajador de Torre de Oro apunta que les ha quitado «mucha visibilidad» y que la infraestructura «espanta a los turistas, que lo quieren es hacerse una foto en la Plaza Mayor de Madrid, y que se vea». En cualquier caso, insiste en que estas instrucciones en torno a la terraza «no son una sorpresa».

Lo cierto es que este local, como otro situado al otro margen del escenario, Café&Tapas, sí acusan la instalación del decorado. Gabriela Parada, camarera del último, señala que «están más ocultos» y que sí han notado un «bajón » en los últimos días. Con el recuerdo de hace un año, «cuando funcionaron muy bien» (el escenario estaba al otro lado), no entiende las trabas: «Es importante que podamos aprovechar el tirón de estos conciertos».

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