El «poeta del Metro» que esconde sus versos bajo tierra

Jota Santatecla recorre desde 2016 el suburbano con tarjetas que llevan escritas sus letras

Jota Santatecla, con una de sus tarjetas en la estación de Plaza de España Fotos: Isabel Permuy

Carlota Barcala

«Vivo en una lucha constante contra el reloj que pasa». El mensaje de ese verso fue lo que pensó hace más de cuatro años Jota Santatecla cuando llegó a Madrid. El Metro, como para muchas personas que vienen a la capital en busca de un sueño , fue su primer contacto con la ciudad. Se fijó en la gente que subía al suburbano, absorta en la rutina y con la mirada fija en sus teléfonos móviles . Y ahí surgió la inspiración. En noviembre de 2016 la primera tarjeta escrita con uno de sus versos adornó uno de los andenes de Avenida de América. Después aparecieron en Núñez de Balboa, Puerta de Toledo y Quintana. Así hasta que más de 80 estaciones se han convertido en anfitrionas de sus letras.

Jota es ahora «el poeta del metro». Estación por estación fija sus versos en uno de los andenes. Su modus operandi es siempre el mismo: cuando llega al suburbano cuelga en redes sociales una imagen de dónde está, como una especie de pista para que sus seguidores encuentren el verso. Día tras día el público se embarca en una «búsqueda del tesoro» que se recompensa con un reto o un premio. Las pruebas son de lo más variadas: sonreír al primero que pase o cocinar para una persona especial. El premio, un ejemplar de su primer libro: «Niño Mudo».

«Me pareció que dejar versos era una forma de contacto real entre lector y escritor», explica Jota, mirando a las tarjetas que lo acompañan siempre que sale de casa. En la difusión de su trabajo han influido sobremanera las redes sociales , que, para él, son «las herramientas de las reglas del juego, el canal para llegar a la gente». Sus lectores no solo corren a través del suburbano para encontrar las tarjetas, en una especie de juego bajo la tierra, sino que se pintan los versos en la piel. «Hoy en día es fundamental que la poesía se sienta en primera persona. Cuando encuentran la tarjeta me escriben. Eso demuestra que la poesía está llegando , que es palpable», dice Jota.

«Ahora intento poner tres tarjetas a la semana , en un futuro el objetivo es recorrer en la misma frecuencia una línea entera de Metro y así alcanzar sus 294 kilómetros», afirma, ilusionado, sabiendo que la iniciativa se ha convertido en su mejor campaña de marketing. Para él, ser poeta es estar en un estado de sensibilidad desde el que se puede transmitir: «Uno no es poeta, sino que se está poeta». Para ello se inspira en es critores como Bukowski y Benjamin Prado.

Llegó a la capital para especializarse en Cine. Ahora no dejaría ninguna de sus dos pasiones. «No entiendo una sin la otra» , asegura. La acogida de la iniciativa del Metro hizo que «Niño mudo» viese la luz. Infancia, amor, desamor y superación de un personaje contado en verso. Un viaje emocional para el que Jota tuvo que tomar distancia: «Si no lo hacía construía unos recuerdos que eran mucho más intensos de lo que realmente había vivido».

Jota Santatecla ya no es ese «niño mudo» que llegó hace cuatro años a Madrid. Ahora es «el poeta del metro» , el escritor que enamora al suburbano madrileño.

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