La pandemia marca la celebración del día de la Virgen de la Almudena

Con una corona bañada en oro, un manto que data del siglo XVII y un crespón negro como símbolo de recuerdo de todas las víctimas del coronavirus, la Virgen de la Almudena ha celebrado este lunes su día ante cientos de madrileños que esperaban, desde antes de las once de la mañana, a poder verla en el atrio de la catedral que lleva su nombre.

La festividad de la patrona de Madrid ha estado marcada por la pandemia : no ha habido celebraciones en las calles, procesión ni ofrenda. El programa ha tenido que adaptarse al nuevo escenario, así como los discursos, plagados de ruegos para vencer «la plaga» de este siglo, como ha definido el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, al Covid-19.

No ha habido tampoco misa en la Plaza Mayor. Este año la Eucaristía presidida por el arzobispo Carlos Osoro se ha llevado a cabo en la catedral, que ha tenido un aforo reducido a 350 personas: 150 autoridades políticas y las restantes fieles que consiguieron entrar tras horas de cola frente al Palacio Real. «La respuesta a la pandemia es doble: hay que encontrar la cura pero también hay que combatir la injusticia social y la marginación», ha diho Osoro sobre las consecuencias que la pandemia está teniendo. Su discurso se ha centrado en «el sufrimiento» de Madrid «por las numerosas muertes, así como por la crisis económica y social ».

El alcalde, por su parte, ha renovado el tradicional Voto de la Villa ante la patrona. «Los madrileños volvemos nuestros ojos y nuestros ruegos a Vos, nuestra patrona y protectora, fiando en vuestra misericordia, como hicieron nuestros antepasados, para imploraros que nos ayudéis a luchar contra la plaga de nuestro tiempo y que protejáis especialmente a los más débiles y a los más desfavorecidos», ha manifestado Almeida, que también ha implorado «protección» para los trabajadores de servicios esenciales e «iluminación» para los científicos.