Dos senderistas, ayer, frente a las pistas sin nieve de Guarramillas, en el Puerto de Navacerrada
Dos senderistas, ayer, frente a las pistas sin nieve de Guarramillas, en el Puerto de Navacerrada - JAIME GARCÍA
Sin nieve en la sierra

Navacerrada y Valdesquí: miedo a una temporada en blanco

Estaciones de esquí, comercios, hoteles y restaurantes aguardan la llegada de la nieve para salvar centenares de empleos

MADRID Actualizado: Guardar
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Ni un copo que cuaje desde hace un mes. El último día que nevó en la sierra con fuerza fue el pasado 26 de noviembre. El denso manto sobre Navacerrada constataba el inicio del invierno. Parecía que había llegado para quedarse, pero, cuatro semanas después, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama muestra una estampa otoñal. No hay rastro del blanco elemento que trae la «alegría» a los empresarios de esta zona de la región: la nieve.

Sus dos estaciones de esquí, la del Puerto de Navacerrada y la de Valdesquí, permanecen cerradas. Para ambas, el inicio «soñado» de la temporada debe coincidir con el puente de la Constitución y de la Inmaculada –el 6 y el 8 de diciembre, respectivamente–.

Sin embargo, ninguna de las dos ha podido aún abrir ninguna de sus pistas.

El año pasado tampoco lo consiguieron. Las dos inauguraron su temporada la última semana de diciembre con 40 y 60 centímetros de nieve. «Esto es cíclico», resume con resignación Aurora Guerrero, directora de la estación del Puerto de Navacerrada.

Tras la noticia meteorológica de la ausencia de precipitaciones se esconde no sólo un drama ambiental sino uno «humano». Concretamente el de los centenares de trabajadores de la zona que viven estos días con el «corazón en un puño». «Por estas fechas ya deberíamos haber contratado a más de 20 personas», explica a ABC Guerrero. «Tal y como está el panorama meteorológico no podemos contratar a nadie. Sin nieve no hay actividad y sin actividad no podemos contratar a nadie. Otros años, aunque no hubiera nieve, ya habríamos empezado a llamar gente para mediados de enero. Pero no hay nada que indique con seguridad que dentro de 15 días empiece a nevar», matiza.

Temperaturas en positivo y sol

Imagen del Puerto de Navacerrada en diciembre de 2014
Imagen del Puerto de Navacerrada en diciembre de 2014 - JAIME GARCÍA

«Con las nueve personas que somos actualmente en la plantilla todo el trabajo está cubierto», explica. Además de la ausencia de precipitaciones –ayer, cayeron las primeras lloviznas y algunos copos– las temperaturas en positivo y el sol no han permitido abrir siquiera pequeños tramos de pista con nieve artificial. «No tiene ningún sentido poner a funcionar los cañones», añade. Con las altas temperaturas que han marcado los termómetros y las lluvias que previsiblemente caerán los próximos días no cuajaría. Durante estos días sólo ha estado abierto el telesilla de Guarramillas para uso turístico.

La misma situación viven los empleados de las pistas de Valdesquí. «Somos 10 y de sobra», dice Agustín Ramírez, director de la estación. En su caso el número de contrataciones que debería haber realizado por estas fechas rondaría el centenar. «No ha caído ni una gota de agua. Es una situación muy extraña. Eso es lo que más me preocupa», explica. En el caso concreto de su estación, asegura que nunca ha sido «frecuente» que hubiera nieve suficiente para abrir las pistas en diciembre. «Hemos pasado muchas navidades sin nieve, pero no con estas temperaturas tan altas», dice.

Agustín espera que la nieve empiece a cubrir de blanco la Bola del Mundo después del día de Reyes. «Hay años que hemos inaugurado las pistas la última semana de enero y el tiempo nos ha dejado tenerlas abiertas hasta la primavera. El año pasado fue hasta el día 8 de abril», cuenta.

En plena «salida de la crisis»

En torno a las estaciones de esquí viven otros tantos negocios que dependen de la nieve. Los hoteles son los que más ligados están a la actividad de las pistas. «Esto es penoso», dice desconsolada Noemí Llorente, gerente del Hotel Pasadoiro del Puerto de Navacerrada. En las últimas semanas ha visto cómo la mayoría de las reservas que tenía hechas para las vacaciones de Navidad se cancelaban una a una. «Si no hay nieve, la gente no sube a la sierra y, menos, a hacer noche», explica.

Todo empezó el pasado puente de la Constitución. «Fue catastrófico», dice. «Salvo alguna familia que aprovechó para disfrutar del inusual sol de diciembre, no tuvimos apenas clientes», relata. Esta semana, su ocupación debería ya rondar el 80 por ciento y, apenas tienen «alguna reserva» confirmada. «Ahora que se nota algo más de alegría a la hora de gastar dinero, el tiempo no acompaña. Es una muy mala noticia en plena salida de la crisis. Esperábamos hacer muy buenos datos de ocupación», concluye.

Como ella, el fundador del restaurante Dos Castillas, Joaquín Fernández, mira con preocupación al cielo. «De momento no estamos asustados, pero si no nieva en diez días...», deja sin concluir la frase. No está asustado porque, tras 50 años viviendo en este puerto está convencido de que la nieve «llegará». De momento, se consuela con los clientes que llegan de paso. «Toman un caldito y se marchan», dice. Tampoco ha podido contratar a la veintena de empleados extra que acostumbra. «No nieva, pero lo hará. Como aquel 20 de enero de 1996 en el que después de soñarla tanto, despertamos con tres metros de nieve en la puerta», cuenta.

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