Momento en que la aeronave colisiona contra el edificio
Momento en que la aeronave colisiona contra el edificio - CELIA VILLANUEVA
MADRID

Los dos muertos en la avioneta de Cuatro Vientos eran altos ejecutivos

El viento pudo ser la causa por la que Vicente Aliño y Esteban Fernández perdieron el control

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Uno de los dos fallecidos en el accidente de avioneta registrado el pasado martes por la noche en el aeródromo de Cuatro Vientos era un alto ejecutivo de la inmobiliaria Altamira. Vicente Aliño Pérez (Cádiz, 1970) era el copiloto y acompañaba a Esteban Fernández Ortega (Valladolid, 1970), que iba a los mandos. Este había sido consejero de una empresa aeronáutica.

Tanto la Guardia Civil como Aviación Civil han abierto investigaciones para esclarecer las causas del suceso. Fuentes de la investigación indicaron a ABC que los pilotos, muy experimentados, pudieron perder el control de la aeronave en la maniobra de aterrizaje a causa del viento. Esto hizo que se desplazaran decenas de metros de su destino final, el hangar, y se empotraran contra el parque de bomberos que Aena tiene en Cuatro Vientos.

La suerte quiso que solo uno de los especialistas en extinción de incendios estuviera en la zona, aunque a bastante distancia. No hubo que lamentar, por tanto, heridos.

Pero los cadáveres de Esteban y Vicente quedaron carbonizados. Atrapados en el amasijo de hierros desde el momento del siniestro, a las diez menos cuarto de la noche, no fue hasta la una de la madrugada cuando el titular del juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, en funciones de guardia, ordenó el levantamiento de los cadáveres.

Otras hipótesis

Precisamente por la dilatada experiencia de ambos pilotos, no se cierra la puerta a otras hipótesis; desde un fallo mecánico al humano, aunque este último pierde fuerza.

De hecho, esa tarde-noche, Vicente y Esteban llevaban un buen rato realizando las mismas maniobras de despegue y aterrizaje, para acumular horas de vuelo, una práctica común en el sector.

Como adelantó ayer ABC, el aparato siniestrado era una Cirrus SR 22, matrícula EC-KJO, monomotor y fabricada con fibra de carbono. Es un modelo muy vendido en los últimos años y requiere un alto nivel de pilotaje. Los fallecidos formaban parte de la escuela Aeris Aeronáutica, «una organización orientada a pilotos que quieran disfrutar de su licencia, en aviones perfectamente mantenidos y equipados, y compartiendo su afición con otros «locos por volar». Así reza en su página web.

Vicente Aliño Pérez tenía el título de piloto comercial de línea aérea, una afición fuera de su faceta profesional. Acababa de ser nombrado director del Área Inmobiliaria y miembro del Comité de Dirección Altamira Asset Management. Había pasado seis años como consejero delegado del Grupo Lar (antes, perteneciente al Santanter) en Brasil. Esteban Fernández había sido consejero de la empresa aeronáutica Easy Fly.

Ver los comentarios