Los dos pilotos muertos en Cuatro Vientos acumulaban horas de vuelo

Dos personas de 46 y 45 años años perdieron ayer la vida en el acto tras estrellarse la avioneta en la que viajaban en el aeropuerto de Cuatro Vientos, enclavado en el distrito de Latina. Al parecer, según los primeros indicios el aparato, un Cirrus SR 22, que solo lo pueden pilotar expertos, había aterrizado ya y se dirigía a uno de los hangares, cuando, por causas que están siendo investigadas, acabó estampándose contra el Parque de Bomberos de Aena situado en el aeródromo, según confirmaron fuentes policiales.

La nave comenzó a arder de inmediato y con ella sus ocupantes, que fueron pasto de las llamas y quedaron completamente carbonizados en medio de un gran amasijo de materiales entre el que se encontraban los dos pilotos, que estaban acumulando horas de vuelo.

Llevaban un buen rato haciendo maniobras de despegues y aterrizajes cuando, inopinadamente, al hacer el último, ocurrió la tragedia.

Se da la circunstancia de que en el recinto de los bomberos solo había una persona en ese momento, que no resultó lesionada, indicaron fuentes del Emergencias Madrid y Emergencias-112.

«Alto nivel de pilotaje»

El siniestro se produjo sobre las 21.45 horas y la densa humareda negra fue visible desde la zona sur de la capital. Hasta el lugar se desplazaron los sanitarios del Samur-Protección Civil, del Summa, Bomberos del Ayuntamiento y los del aeródromo. Además, acudieron varias patrullas de apoyo de la Guardia Civil del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas y otras de Tráfico, para facilitar el acceso desde la M-40.

El modelo de la avioneta, una Cirrus SR 22, matrícula EC-KJO, monomotor y fabricada con fibra de carbono, es uno de los más vendidos durante los últimos años y exige un alto nivel de pilotaje, por lo que no pueden llevarlo alumnos. Este tipo de aeronaves las denominan la nueva aviación ligera y requiere de mas entrenamiento, porque es más rápida.

El aparato pertenece a la escuela Aeris Aeronáutica y sus dos ocupantes, varones, habían sido identificados al cierre de esta edición. Hasta el lugar se habían desplazado sus familiares, así como la forense y la juez de guardia.

Tres jóvenes de Barcelona, de edades comprendidas entre los 22 y los 37 años, perdieron la vida la pasada Semana Santa al estrellarse la avioneta en la que volaban en un olivar de Perales de Tajuña, próximo al kilómetro 35 de la carretera de Valencia (A-3). El avión, que se dirigía al aeródromo de Cuatro Vientos impactó contra un buitre.

El choque con el ave rapaz –brutal, a esas velocidades– explica el desprendimiento de una de las dos alas, segundos antes del siniestro. Un testigo presenció la caída «a plomo» de la aeronave, que se descontroló tras perder el ala. El aparato quedó reducido a un amasijo de hierros, sobre un olivo. Junto al ala del avión se halló el cadáver del buitre.