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Un agente fotografía al buitre muerto; al fondo, el ala partida de la avioneta - DE SAN BERNARDO

Un buitre causó la tragedia aérea de Perales de Tajuña

El ave colisionó en pleno vuelo partiendo una de las alas de la avioneta, que iba a baja altura por las zonas de influencia aérea de Barajas y Torrejón

PERALES DE TAJUÑA (MADRID) Actualizado: Guardar
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Tres jóvenes de Barcelona, de edades comprendidas entre los 22 y los 37 años, perdieron ayer la vida al estrellarse la avioneta en la que volaban en un olivar de Perales de Tajuña, próximo al kilómetro 35 de la carretera de Valencia (A-3). Las primeras pesquisas realizadas por la Guardia Civil apuntan a que el accidente del avión, que se dirigía al aeródromo de Cuatro Vientos, se debió al impacto de un buitre.

El choque con el ave rapaz –brutal, a esas velocidades– explica el desprendimiento de una de las dos alas, segundos antes del siniestro. Un testigo presenció la caída «a plomo» de la aeronave, que se descontroló tras perder el ala. El aparato quedó reducido a un amasijo de hierros, sobre un olivo. Junto al ala del avión se halló el cadáver del buitre.

Pilotos en práctica

Los tres integrantes, varones, de la aeronave murieron en el acto. Marc C. R., de 37 años, era piloto profesional. Acompañaba a Joan S. Ll. y a Andrés L. R., ambos de 22, que tenían licencia privada y se estaban preparando para obtener el nivel profesional. Los tres pertenecían al Aeroclub Barcelona-Sabadell, que confirmó que los ocupantes de la avioneta, una Cessna 172, habían salido a las 11.20 de la mañana en un vuelo de entrenamiento para acumular horas de práctica. Estaba previsto que llegaran a Cuatro Vientos minutos después del accidente, que tuvo lugar sobre las 14 horas.

Un jornalero vecino de Perales de Tajuña que en ese momento se ocupaba de la poda de los olivares, en un coto privado, fue testigo de la tragedia. El hombre vio cómo el avión se precipitó en picado sobre un árbol tras perder parte del fuselaje. Alarmado por los hechos, telefoneó a su mujer, para acto seguido dar aviso a Emergencias-Comunidad de Madrid 112.

Tres dotaciones de bomberos llegaron al lugar veinte minutos después. No se registraron focos de incendio, aunque los agentes se tuvieron que emplear a fondo para el rescate de los cuerpos. El ala perdida permitió que se identificara la matrícula de la nave y, con ella, su procedencia. Se dio rápido aviso al aeroclub de Sabadell, que confirmó el vuelo programado.

Las labores de recuperación de los cuerpos por parte de los bomberos se prolongaron durante dos horas. SUMMA-Comunidad de Madrid se personó en el lugar, aunque sus efectivos ni siquiera tuvieron que certificar el fallecimiento de las tres víctimas.

La escena, truculenta, fue acordonada por los agentes de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación. Miembros de la Policía Judicial del Instituto Armado tomaron todo tipo de pruebas para intentar esclarecer los hechos. La clave del siniestro se hallaba a unos 700 metros de distancia con respecto a la cabina. Junto al ala perdida, los investigadores descubrieron el cadáver del buitre. En la zona, existen varias buitreras.

Un impacto fatal

La avioneta, un monomotor de cuatro plazas, se dirigía al aeródromo de Cuatro Vientos y, según fuentes expertas consultadas, debía volar por debajo de los 300 metros de altitud, ya que había entrado en dos zonas de influencia aérea: Barajas y Torrejón.

El choque con el buitre, que causó el desprendimiento del ala, fue fatal. «Es imposible mantener la aeronave sin un ala. Se pierden todas las condiciones aerodinámicas para navegar. Literalmente, dejas de volar. Te desplomas», explica un piloto avezado con más de 300 horas de vuelo en una avioneta como la siniestrada. De fabricante norteamericano, el modelo Cessna 172, es muy popular en Estados Unidos, también en España, por su alta estabilidad. «Lo normal es que puedas aterrizar planeando si tienes cualquier problema en el motor. Pero la pérdida del ala es imposible de manejar», añade el experto consultado.

Las grandes aves son una amenaza real para la aviación. Un buitre, que puede llegar a los 10 kilos de peso, pudo haber provocado una tragedia en mayo de 2012 al chocar contra el morro de un Airbus A340 de Iberia, cuando despegaba de Barajas rumbo a San Juan de Puerto Rico. El brutal impacto dejó un gran boquete en el morro del avión, que hubo de regresar de emergencia.

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