Mascarillas y gel hidroalcohólico en el Valle de los Neandertales de Madrid

La campaña estival de arqueología en Pinilla del Valle está marcada también por el Covid-19

Imagen de los trabajos en el yacimiento de Pinilla este verano COMUNIDAD DE MADRID
Adrián Delgado

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En 1979 unas obras del Canal de Isabel II revelaron por pura casualidad un depósito fosilífero junto al embalse Pinilla que llevó a descubrir la pequeña «Atapuerca» de la región . Un yacimiento que aún guarda secretos al abrigo del pequeño promontorio del Calvero de la Higuera que habitaron, durante un amplio periodo del Pleistoceno Superior, el Homo neanderthalensis «madrileño». Cada verano, desde hace casi dos décadas, un nutrido grupo de arqueólogos, paleontólogos, geólogos, restauradores y topógrafos, entre otros profesionales, se esmeran por poner luz a la historia de este lugar cercano a Pinilla del Valle.

Más de un centenar de personas que trabajan bajo la dirección científica del célebre paleontólogo Juan Luis Arsuaga , Enrique Baquedano –director del Museo Arqueológico Regional– y el geólogo Alfredo Pérez-González , y cuya labor se está viendo condicionada también por las medidas extraordinarias de distanciamiento e higiene a las que obliga el coronavirus (Covid-19). «Es obligatorio el uso de mascarillas en todo momento y el uso de gel hidroalcohólico», explican desde la Consejería de Cultura y Turismo, que dirige Marta Rivera de la Cruz . «Además, diariamente se toma la temperatura a todo el personal y se ha procedido a la desinfección en profundidad tanto de los lugares de excavación como de las instalaciones donde se aloja y trabaja el equipo multidisciplinar del proyecto. También se exige mantener en todo momento la distancia de seguridad entre los miembros del equipo, tanto a pie de excavación como en la convivencia diaria», añaden.

Bien de Interés Cultural

Las especiales circunstancias de trabajo no afectan a la voluntad de quienes trabajan durante todo el verano para intentar saber más sobre la economía de los neandertales que habitaron este enclave . El objetivo de las campañas arqueológicas que cada año lleva a cabo la Comunidad de Madrid en sus distintas cuevas y abrigos va encaminada a desentrañar las claves del comportamiento de los primeros pobladores de la región.

Un lugar declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Zona Arqueológica y Paleontológica, que destaca por ser el único yacimiento de Madrid en el que se han encontrado restos de homínidos. Neandertales que compartieron hábitat con hienas, osos, leones, grandes manadas de herbívoros como uros, bisontes o rinocerontes. En los diferentes niveles de la roca quedó registrada la vida durante miles de años. Sus capas, al abrirse, han descubierto otros tesoros celosamente guardados durante milenios, como uno de los cráneos más completos de hiena manchada .

Además de abundantes restos paleontológicos y de industria lítica, los hallazgos más importantes hasta la fecha han sido varios dientes y molares de Homo neanderthalensis. Especialmente importantes fueron los hallados durante la campaña de 2011 –cuatro dientes de un menor de dos años y medio que vivió hace más de 40.000 años– que supuso «un éxito muy importante» para la prehistoria . Así lo definió en su momento el propio Arsuaga. Los restos fueron atribuidos a una niña a la que los científicos llamaron «Lozoya».

Antes fueron hallados otros dos molares de homínido en una de las cavidades que sirvieron de refugio de hienas. Estos animales transportaban a sus cubiles los cadáveres de las especies que cazaban o que se encontraban muertas. Entre esos restos acumulados, en dos de esos cubiles, aparecieron esas dos piezas como posible muestra de que aquel neanderthal pudo ser devorado por ellas.

Visitas guiadas

El yacimiento, incluido en la red de los espacios arqueológicos visitables, ofrece paseos guiados con miembros del equipo de investigación del proyecto. «Estas visitas muestran al público cómo era la forma de vida de los neandertales , así como el antiguo ecosistema en el Valle del Lozoya», explican desde Cultura. «Quien se acerque a visitarlo deberá observar una serie de reglas impuestas por la crisis sanitaria actual como el uso de mascarilla, mantener la distancia social y la prohibición de tocar o manipular cualquier objeto», advierten.

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