Pincha sobre los puntos para conocer más información. Fuente: Ayuntamiento de Madrid. Gráfico: Luis Cano/ABC

Medio Ambiente: «En Madrid hay 730 plazas de aparcamiento más que hace dos años»

El Ayuntamiento de Madrid reconoce que se han suprimido 10.000 espacios de estacionamiento en la M-30 pero alega que «también se crean otros tipos: batería, línea, azul, verde, larga estancia, etc.»

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Desde que el equipo de gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) llegó al Palacio de Cibeles en junio de 2015, el Ayuntamiento de Madrid ha suprimido 9.712 plazas de aparcamiento en la almendra central de la ciudad, según los datos proporcionados por la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental. La medida afecta a ocho distritos de la capital que se encuentran dentro del área rodeada por la M-30 y repercute especialmente a sus 1,1 millones de residentes, puesto que la mayor parte de los espacios de estacionamiento suprimidos, 7.119 plazas -un 80 por ciento de todas plazas las eliminadas- son zonas verdes.

No obstante, «se eliminan plazas pero también se crean, por lo que el balance final es que existen 730 plazas más que hace dos años».

«Los cambios reflejados se deben fundamental al cambio de tipo de plaza: batería, línea, azul, verde, larga estancia, etcétera, o a reservas de aparcamiento realizadas por instituciones públicas o privadas», sostienen desde el equipo de Manuela Carmena. Según el balance del Gobierno de Ahora Madrid, en el SER hay un 0,48% más que en mayo de 2015. Se han creado 528 plazas verdes más, mientras que las azules se han reducido en 62. También ha crecido el número de plazas de larga estancia y de ámbito sanitario.

«Las variaciones se producen como consecuencia de nuevas reservas de estacionamiento o la modificación de la ordenación viaria, debido a las intervenciones de modificación de vías y calles por distintos motivos», justifican desde la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental.

Todos estos cambios se han realizado a iniciativa de las Juntas Municipales o del Área de Desarrollo Urbano Sostenible. Para el PP, esta reducción de plazas de estacionamiento supone un «problema de movilidad para miles de ciudadanos» y, al mismo tiempo, implica un «aumento de la contaminación de las zonas aledañas por el desvío del tráfico».

Esta «prohibición silenciosa», tal y como la tilda la nueva portavoz popular en la Comisión de Desarrollo Urbano Sostenible, Paloma García Romero, «no tiene planificación ni criterio». «En algunos barrios se produce un “overbooking”, porque hay más vecinos que pagan su canon anual que plazas de aparcamiento para residentes. Esto es una estafa y un ataque a los vecinos», critica la edil popular, que hoy ha cuestionado al delegado del área, José Manuel Calvo, por este asunto en la comisión del ramo.

Para contrarrestar el impacto a los vecinos, el Ayuntamiento de Madrid ha recuperado la gestión de dos aparcamientos que ahora estaban en manos privadas. El Consistorio aprovechó que en marzo terminaba la concesión para remunicipalizarlos. El primero fue el de plaza de España, en el distrito de Moncloa, que cuenta con 824 plazas repartidas en tres plantas. Hasta ahora, el «parking» era de uso rotacional, es decir, para todos los vehículos privados. Y, desde que ha pasado a ser de gestión municipal, 535 plazas se reservan a los residentes; el resto continuarán siendo de uso público.

Remunicipalización

El segundo aparcamiento que ha sido remunicipalizado es el de la calle de Montalbán, en el distrito de Retiro, frente a uno de los accesos al Palacio de Cibeles, sede del Consistorio. Tiene capacidad para 275 vehículos, de los cuales casi la mitad, 140 plazas, se destinarán a los residentes del barrio de los Jerónimos.

Además, se prevé la construcción de una red de aparcamientos, conectada mediante transporte público con el centro de la ciudad. Según anunció el pasado marzo la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, durante la presentación del Plan de Calidad del Aire, se han proyectado doce espacios, con capacidad para 9.570 plazas, que se construirán a lo largo del mandato.

El llamado «Plan-A» también incluye una batería de restricciones al tráfico a corto, medio y largo plazo. La gran apuesta, como ya adelantó ABC, es la creación de una gran zona residencial en el distrito de Centro, que se pondrá en marcha en 2018.

Además, se elaborará una nueva regulación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) que incluya bonificaciones y penalizaciones en función de las emisiones de los vehículos. Y se implementarán nuevas fórmulas con sistemas de regulación, como en el caso de los aparcamientos subterráneos, donde se dará prioridad a las plazas de residentes en lugar de las de rotación para todo tipo de públicos.

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