Degradación en Lavapiés: «El botellón, el ruido y las drogas campan en un barrio sin ley»

El PP en el Ayuntamiento de Madrid ha cargado las tintas contra el Gobierno municipal, que dirige Manuela Carmena, por la situación de degradación en el barrio de Lavapiés, publicada ayer por ABC tras la denuncia de los vecinos. «El botellón, el ruido, la venta de alcohol en la calle y el trapicheo de drogas campan a sus anchas ante la pasividad de Ahora Madrid», aseveró el portavoz adjunto del grupo popular, Íñigo Henríquez de Luna.

El edil popular considera que detrás de los problemas de Lavapiés, «un barrio sin ley donde impera la ley de la selva», subyace «una falta de voluntad política» para frenarlos. Henríquez de Luna destacó la «inacción» del Consistorio y lo achacó al hecho de que «no es una prioridad».

El principal argumento que esgrimió obedece a la supresión de las unidades encargadas de reforzar estas actividades, las UCS o «antidisturbios», y el consiguiente incremento del consumo de alcohol en la calle. «Es una historia muy seria que esconde la inacción del Gobierno, los macrobotellones suben porque no es su prioridad y porque no hay recursos operativos», opinó.

Como publicó ayer este periódico, las quejas entre los vecinos del barrio de Lavapiés se suceden en las últimas semanas por la impunidad con la que cientos de jóvenes montan botellones prácticamente a diario. Uno de los epicentros de estos maratones nocturnos es la plaza de Agustín Lara, donde se prevé que se multiplique el ruido y la acumulación de basura por la celebración de las fiestas, que comenzaron ayer. El PP asegura que esperará al final de las celebraciones para estudiar si exige responsabilidades en el Pleno.

El Ayuntamiento de Madrid informó ayer del dispositivo de limpieza y seguridad para los festejos patronales, que se extenderán hasta La Paloma, a mediados de mes. La Junta del Distrito de Centro, junto a las áreas de Seguridad y Emergencias y Medio Ambiente y Movilidad, han previsto un refuerzo de 300 agentes y un control más exhaustivo en los accesos a las zonas de ocio. Además, en cuanto a las tareas de limpieza, participarán 93 operarios y 31 máquinas que se centrarán en barridos manuales y mixtos, baldeos y limpieza de las calles.

«Una película de terror»

La reconstrucción sobre el barrio de Íñigo Henríquez de Luna, que avanzó que Lavapiés será «puro botellón» durante los próximos días, encontró una respuesta casi inmediata por el edil del distrito de Centro, Jorge García Castaño. El ex de IU negó la mayor, aún con la evidencia de las fotos publicadas, y señaló en su cuenta personal e Twitter que el PP está «obsesionado con estigmatizar Lavapiés describiendo una película de terror que nada tiene que ver con la realidad».

Lo cierto es que las acusaciones del grupo municipal popular contra la situación de la zona no se limitan al tema de la limpieza. El otro pilar sobre el que se asientan remite directamente a García Castaño y a la cesión de casetas a asociaciones de grupos radicales. Tal y como desveló este diario, en las fiestas de San Lorenzo participarán colectivos a favor de la legalización del cannabis, la okupación y otros vinculados al 15-M y el movimiento abertzale. Es el caso de Potemkin, un centro okupa que acogió coloquios de Pablo Hásel, condenado en 2014 a dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo. Además, este grupo de radicales antisistema quiso albergar unas jornadas «contra los juicios políticos» en el País Vasco (posteriormente suspendidas), con el condenado proetarra Joseba Permach y la dirigente de Segi Amaia Elkano.

El portavoz adjunto del PP acusó al concejal de Centro de ampliar los recintos municipales (a la plaza de Nelson Mandela y al Campo de la Cebada) para «entregarle las fiestas a los radicales». En la misma línea se mostró la líder de Ciudadanos en el Consistorio, Begoña Villacís, que asegura no haber recibido información sobre la Plataforma por las Fiestas Populares de Lavapiés: «Mi partido no fue convocado a la comisión de festejos», apuntó.