El delegado de Seguridad, Javier Barbero, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena
El delegado de Seguridad, Javier Barbero, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena - JOSÉ RAMÓN LADRA

Cuando Manuela Carmena conoció a Barbero por un entierro en el cementerio de La Almudena

El concejal de Seguridad relata su primera impersión de la alcaldesa de Madrid durante una visita al camposanto

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A finales de los años 80, el que ahora es delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, participaba en la primera Casa de Acogida para Enfermos de Sida en Madrid, un proyecto de Cáritas. Uno de los jóvenes con VIH a los que acompañaba estaba preso en el hospital penitenciario. Además de su enfermedad, tenía problemas con las drogas. Tras ser ingresado en el Gregorio Marañón, murió, con sólo 19 años.

«Cuando murió, estaba solo. Y yo me preguntaba si no tenía sentido que, por humanidad, este chico fuera enterrado únicamente con mi presencia, porque su padre y su novia estaban presos», ha relatado este martes el propio Javier durante una visita al Cementerio de La Almudena, donde el joven fue enterrado.

El concejal Javier Babero, durante su visita al cementerio de La Almudena
El concejal Javier Babero, durante su visita al cementerio de La Almudena - JOSÉ RAMÓN LADRA

«Pregunté con quién había que hablar para que ese padre y esa novia pudieran acompañar al muchacho en su entierro. Y me enviaron a un sitio, que entonces yo desconocía que existiera, que es un juzgado de vigilancia penitenciaria de la cárcel de Carabanchel, donde estaba Manuela Carmena, a la que tampoco conocía», ha añadido.

En el juzgado le indicaron dónde estaba el despacho de la jueza. Ella le invitó a sentarse y escuchó el relato de Barbero. «Eso está hecho. Es una cuestión estricta de humanidad», ha asegurado que le respondió la actual regidora de la capital. Carmena gestionó con las respectivas cárceles los permisos adecuados para que tanto el padre como la novia del chico pudieran despedirle.

«Ese fue mi primer contacto con una alcaldesa repleta de humanidad, que es lo que nos está pidiendo ahora: que sigamos trabajando en esa línea», concluyó Barbero.

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