Carmena, en el pleno de ayer
Carmena, en el pleno de ayer - JOSÉ RAMÓN LADRA

Carmena planea dar suelo para enterramientos de religiones minoritarias y promover sus fiestas

También propone, dentro de su plan de derechos humanos, eliminar los aparcamientos azules y estrechar carriles para ralentizar el tráfico

Madrid Actualizado: Guardar
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El Ayuntamiento de Madrid ultima un plan para incorporar un enfoque basado en derechos humanos en todas las políticas municipales que, en materia de urbanismo y medio ambiente, contempla la implantación de «aparcamientos disuasorios en los principales accesos de la cuidad, incluyendo en estos espacios para estaciones de bicicletas y otros transportes públicos». «Valorar la eliminación de los aparcamientos azules» y «estrechar carriles como cauce para ralentizar el tráfico» son otras dos de las 22 metas que planean, según consta en el borrador que se puede consultar y comentar en la web decide.madrid.es hasta el 4 de noviembre.

La intención del gobierno de Manuela Carmena es llevarlo ante el pleno de noviembre y que sea presentado en diciemebre, coincidiendo con la celebración del día internacional de los derechos humanos.

En este extenso proyecto se incluyen medidas de igualdad, memoria histórica o acciones contra la discriminación y el internamiento de inmigrantes en los CIE.

Aunque los puntos que más críticas y recelos recibieron ayer en el pleno celebrado en el palacio de Cibeles son los que se refieren a la libertad religiosa. El tercer teniente de alcalde de la capital, Mauricio Valiente, tuvo que comparecer a petición del concejal del Partido Popular Percival Manglano que preguntó si, además de argumentarios contra la «islamofobia», se aplicaría el mismo rasero para atajar la «cristianofobia»; y si los centros católicos deberían preocuparse, ya que el Consistorio pretender revisar si la cesión a espacios de culto ha sido discriminatoria. Con ello también aludía a la medida de reservar suelo para enterramientos a confesiones religiosas minoritarias, la cesión de espacios públicos multiconfesionales diferentes al católico y a la promoción de las festividades de estos credos.

«Si de verdad fueran defensores de los derechos humanos, celebrarían con normalidad el 12 de octubre y exhibirían la bandera de España, que es también la de la patria donde se originaron los derechos humanos», le reprochó Manglano, en referencia al viaje de Carmena a Suramérica y a que Jorge García Castaño colgara en la Junta de Distrito Centro una bandera de la resistencia indígena el día de la Hispanidad.

Valiente aseguró para elaborar este plan, en el que han participado 219 entidades, se han «puesto las gafas de los derechos humanos» y que no tener un lugar donde enterrar a sus seres querido es un «drama» para mucha gente. Además, Valiente señaló que el Consistorio eliminará de los espacios públicos los símbolos religiosos que, según figura en la propuesta, «produzcan una clara identificación con una confesión concreta» para garantizar la laicidad de las instituciones.

Sin competencia

Además del fondo del asunto, la forma de tramitar el plan también fue censurada. El PSOE reprendió a Valiente la falta de participación del resto de grupos en la redacción del borrador. La edil socialista Carlota Merchán consideró que plan concatena reivindicaciones de colectivos que trascienden las competencias municipales y subrayó la preocupación de que se creen expectativas que «no se van a poder cumplir», además de dudar sobre la posible evaluación de las medidas al ser éstas de carácter transversal.

Por su parte, Silvia Saavedra, edil de Ciudadanos, consideró que el plan no trata sobre derechos humanos, invade competencias y carece de indicadores. «Para el Gobierno municipal de Ahora Madrid los problemas de los madrileños son algo demasiado vulgar», ironizó, al tiempo que criticó que que el Gobierno de Carmena no esté gestionando «prácticamente nada».

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