Un Smart Fortwo ED, perteneciente a la flota de Car2go, en Madrid
Un Smart Fortwo ED, perteneciente a la flota de Car2go, en Madrid - MAYA BALANYA

El «Car2go» de las motos, última alternativa para moverse en Madrid

Segways, motos eléctricas, patinetes motorizados, houerboards, bicicletas, trikkes o karts de pedales o el propio Car2go, confoman un abanico de nuevas opciones para desplazarse sobre ruedas y sin vehículo propio

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Moverse en Madrid con tu propio vehículo resulta un quebradero diario de cabeza para muchos conductores. Además de los habituales atascos, las calles cortadas por obras o las áreas de prioridad residencial, hay que sumar un restrictivo protocolo de contaminación aprobado hace meses por el Ayuntamiento, en el que se abre la posibilidad de prohibición total de acceder a la almendra central en coche y se mantienen otras medidas como la limitación de velocidad o la restricción a no residentes de aparcar en zonas de estacionamiento limitado. Un cúmulo de inconvenientes que «obliga» cada vez más a los madrileños a dejar el coche en el garaje y salir a la calle en busca de otros medios de transporte alternativos.

Más allá de los tradicionales -metro, autobús o taxi-, en los últimos tiempos han surgido una serie de vehículos sostenibles en alquiler, cuyo protagonismo crece a pasos agigantados.

Es la fiebre de Car2go, pero también de los segways, motos eléctricas, patinetes motorizados, houerboards, bicicletas, trikkes o karts de pedales. Con independencia de que la reserva se efectúe en un establecimiento físico o a través del teléfono móvil, la utilización de cualquiera de estas opciones es hoy una realidad instalada en numerosos puntos de la capital.

Madrid Río, que se extiende sobre el tramo soterrado de la M-30, desde el nudo sur hasta el enlace con la A-5, es uno de los más importantes. «Cuando nos enteramos que iban a remodelar la zona, decidimos abrir la tienda», explica Raúl, encargado de Eco Moving Sports. Cuentan con un amplio catalogo y, salvo los segways que son más peligrosos por la velocidad que cogen y los alquilan siempre bajo la supervisión de un monitor, todos los demás están disponibles para que los clientes los manejen por su cuenta.

En la misma calle, también se ubica Mad Bike, una tienda tradicional de bicicletas. A pesar de la creciente competencia, su dependiente asegura que ahora entran las mismas personas que antes: «Si el tiempo acompaña, entre 70 y 80 pueden venir». Más allá del extenso abanico de vehículos, estos comercios deben hacer frente a BiciMad, el sistema de alquiler público de bicicletas implantado en 2014, que tras declarar pérdidas mensuales de 300.000 euros, recientemente ha sido municipalizado por 10,5 millones de euros.

Diferentes usos

El perfil de usuario abarca casi todas las edades, pero varía según el objetivo de uso. Los segways y patinetes eléctricos se alquilan por grupos bajo el prisma de una ruta turística; las motos eléctricas ganan adeptos entre los repartidores y las empresas de comida a domicilio; y las bicicletas mantienen su protagonismo por igual tanto en el ámbito recreativo como en el laboral.

Una moto eléctrica, en Conde Duque
Una moto eléctrica, en Conde Duque

El plato fuerte queda reservado a Car2go, cuya implantación en Madrid a finales del año pasado supuso la aparición de una amplia flota de smart eléctricos, alquilados por minutos. «Madrid tenía todos los ingredientes para introducir Car2go en España. La ciudad cuenta con una de las penetraciones más altas de smartphone y descargas de aplicaciones de Europa», apuntan desde la compañía.

Siguendo la misma estela, surge en el horizonte eCooltra, un proyecto piloto que a principios de 2017 abrirá un sitema de alquiler de «scooters» eléctricas, con un funcionamiento casi idéntico al de Car2go. «En marzo lanzamos el servicio en Barcelona, y vista la gran acogida, hemos decidido trasladarlo a Madrid», subraya Jordi Tomás, director de marketing de Cooltra Motos, la empresa matriz que da origen a la idea. Creen que para este abril, habrá una flota cercana a las 250 motos, también por dentro de la M-30.

Igual que sucede con Car2go, el usuario no tendrá que preocuparse de cargar el vehículo. Si en el primero, cuando los coches tienen menos del 20% de batería los usuarios no pueden reservarlos, el de motos contará con una serie de furgonetas dedicadas a restablecer la autonomía, toda vez que el cliente haya finalizado su ruta.

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