Dos vehículos de la Policía Municipal, el jueves, juntos a los Uber y Cabify en Mad Cool
Dos vehículos de la Policía Municipal, el jueves, juntos a los Uber y Cabify en Mad Cool - ABC

Carmena permite una «parada» ilegal de Uber y Cabify en el festival Mad Cool

Una inspección de la Comunidad realizada en pleno festival se saldó con 21 Uber y Cabify sancionados

Madrid Actualizado: Guardar
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A Carmena se le ha vuelto a desatar un incendio que parecía sofocado. El sector del taxi clama nuevamente contra el trato de favor que el Ayuntamiento rinde, a su juicio, a los vehículos de alquiler con conductor (VTC) y denuncia que la alcaldesa de la capital permitió que los coches de Uber y Cabify -especialmente estos últimos- tuvieran una «parada» en las inmediaciones del multitudinario festival Mad Cool, que se celebró en la Caja Mágica entre el jueves y el sábado de la semana pasada.

«Estamos escandalizados. El Ayuntamiento no sólo permite una ilegalidad sino que la protege con policías». Así de contundente se muestra en su reivindicación Miguel Ángel Leal, presidente de la Asociación Gremial de Auto-Taxi de Madrid y también de la Federación Española del Taxi.

«Que nos quiten la raya y nos pinten los coches de negro directamente», ironiza Leal, quien explica que decidieron denunciar ante la Inspección de Transportes la situación que se produjo durante el festival: «Estaban parados justo al lado de la parada de taxis».

«Estamos escandalizados»

Desde la Comunidad de Madrid, consultada por ABC, se confirma que el viernes por la noche sus agentes especializados llevaron a cabo una inspección. Esta evaluación estaba ya programada, pero se precipitó por las numerosas denuncias que llegaron a lo largo de la noche del jueves desde el sector del taxi. Es curioso que, aunque el Ayuntamiento tenga la potestad para iniciar las inspecciones, estas se llevaran a cabo a petición de los taxistas, según informó el Ejecutivo regional.

El saldo de esta inspección, en la que los conductores de vehículos VTC (Uber o Cabify) tuvieron que acreditar que no se encontraban estacionados en una parada o que tenían una hoja de ruta previamente establecida, fue de 21 conductores sancionados del total de 43 vehículos que fueron evaluados. Casi el 50% incumplió la normativa, que no les permite recoger a pasajeros en marcha; tampoco permanecer estacionados en una parada, como hacen los taxis; y mucho menos estar aparcados en las inmediaciones, como era el caso, de una localización en la que hubiera una concentración masiva de potenciales usuarios. En este sentido, el Ayuntamiento vaticinó que el festival recibiría unas 45.000 personas cada día de los tres durante los que se iba a celebrar.

«Provocación constante»

Y parecía que Carmena había conseguido apagar el fuego de los taxistas porque hace unas semanas consiguió evitar una huelga sectorial que iba a coincidir con los festejos del Orgullo Gay mundial (World Pride). El sector amenazó con llegar a este extremo y el Ayuntamiento respondió solicitando personarse en el recurso interpuesto por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para limitar las licencias de Uber y Cabify; justamente la reclamación de los profesionales del taxi.

Los nuevos acontecimientos y las sanciones interpuestas por la Inspección de Transportes de la Comunidad de Madrid vuelven a enquistar la cuestión. «Es una provocación constante y no está bien. Deberían poner fin a esto», solicita Leal, quien critica que el Ayuntamiento de la capital sigue siempre el mismo patrón de comportamiento ante sus reclamaciones: «Dicen una cosa pero hacen otra».

Este diario se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento, que desmiente que se protegiera a los vehículos VTC durante el evento y que hubiera una parada especifica para ellos. El mismo día de la publicación de este artículo, añade que se realizaron 140 inspecciones los día de festival cuando se expidieron 60 sanciones. De hecho desde Cibeles insisten en que se privilegió la circulación del taxi, algo que desde las asociaciones desmienten.

«Es que los VTC hasta bajaban la ventanilla y recogían a los viajeros», ejemplifica el presidente de la Federación del Taxi, a quien le parece ridículo que el Consistorio «esté favoreciendo a los VTC». Leal reivindica que la gestión del servicio del taxi, como la de la movilidad urbana, «le corresponde al Ayuntamiento».

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