Carmena autoriza una acampada de diez días en Sol para pedir el indulto de Bódalo

De nuevo vuelven a la Puerta del Sol las colchonetas, los toldos, los perros y los acampados, esta vez con la venia y el beneplácito del Ayuntamiento de Ahora Madrid, la marca podemita en la capital, que encabeza la exjueza Manuela Carmena, en un claro ejercicio de surrealismo. Los miembros del Sindicato Andaluz de los Trabajadores (SAT) permanecerán ahí durante diez días con el fin de recabar firmas para pedir la libertad del concejal de Jaén, Andrés Bódalo, encarcelado desde el pasado 30 de marzo tras ser condenado a tres años y medio de prisión por dar una paliza al teniente de alcalde de Jódar, el socialista Juan Ibarra en 2012. A Bódalo le constan más antecedentes y se da la paradoja de que el PSM es el apoyo del gobierno de Carmena en Madrid.

Los autores de la protesta, el SAT, sindicato al que pertenece Bódalo, a quien pretenden convertir en un mártir, también están en huelga de hambre con su líder al frente, Diego Cañamero. Se instalaron junto al Oso y el Madroño la noche del domingo. Eran 25, no tenían permiso y se aprovecharon de la benevolencia de la Policía Municipal, que, a requerimiento de la Nacional, les indicó que no tenían ninguna instrucción por parte del Ayuntamiento para desalojarles. Y eso, a pesar de que los congregados estaban ocupando la vía pública, tumbados sobre cartones, incumpliendo el artículo 30 de la ordenanza. Tras varias idas y venidas, en la madrugada del martes el Cuerpo Nacional de Policía levantó la acampada, actuando en apoyo de sus compañeros: eran ya 60 personas, precisaron las fuentes consultadas por ABC.

Sin embargo, a las 09.00 horas volvieron: contaban con todos los parabienes. Ya habían avisado de que se iban a reunir con el concejal de Centro, Jorge García Castaño. Este les permite instalar una mesa informativa, quince sillas y una pérgola, del 17 al 27 de mayo, en horario de 08.00 a 00.00 horas», según consta en la autorización que le han facilitado al representante del SAT, siempre y cuando «no obstaculicen el tránsito, los servicios públicos ni la entrada y salida a las fincas y garajes».

Con ello, los acampados han conseguido su propósito. Y así lo publicitan en su web: «El Ayuntamiento facilita la acampada». Aunque el concejal no explícita si a medianoche tendrán que irse, precisamente por ello, el grupo de concentrados seguro que no se irá. Conocedores de los vericuetos legales para burlar la ley, habrá, previsiblemente, menos de veinte personas para que la Policía Nacional no pueda disolver la concentración por no estar autorizada.

Lo mismo sucede con el número de congregados; el permiso solo alude a quince sillas, pero eso no significa que no puedan reunirse muchos más.

«Esto no tiene sentido»

Algunos transeúntes declaraban ayer que la medida de Carmena «no tiene sentido; parece mentira que dé permiso para que pidan el indulto de un condenado», decía un hombre. «Ese tal Bódalo es el que pegó a un político, ¿no?. Pues si tiene que ir a la cárcel, que lo haga como todos los delincuentes», decía una mujer indignada.

Con todo, el lugar se convirtió en un lugar de paso obligado para algunos afines a los acampados como el concejal de Seguridad, Javier Barbero, que se fotografió con ellos, una imagen que Ahora Madrid colgó en su Twitter. No faltaron «El Lute», el actor Alberto San Juan o el coordinador de IU, Cayo Lara.