CULTURA

La Xunta estrecha el cerco sobre las esculturas del Maestro Mateo en posesión de la familia Franco

Inicia el expediente de declaración como BIC de las obras, lo que impedirá su posible expatriación o venta. El Concello de Santiago mantiene además la reclamación de propiedad de las estatuas, expoliadas durante el franquismo

Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago ABC

JOSÉ LUIS JIMÉNEZ

Las estatuas Abraham e Isaac están un paso más cerca de regresar a Santiago de Compostela , para cuya catedral fueron inicialmente concebidas cuando el Maestro Mateo las esculpió a finales del siglo XII. Estas dos esculturas, uno de los tesoros del arte románico gallego, formaban parte del conjunto original que adornaba la fachada occidental del templo compostelano, pero en la actualidad son propiedad de la familia Franco. La Xunta ha puesto cerco a estas dos obras para que más pronto que tarde regresen al patrimonio público . Bajo esta premisa, este lunes publicó la apertura del expediente por el que se inicia la declaración de Bien de Interés Cultural de las nueve piezas que conformaban la composición primitiva.

La Consellería de Educación y Cultura publicó en el Diario Oficial de Galicia el anuncio por el que comienza un trámite administrativo , que si bien tendrá un plazo máximo de finalización de dos años, aplicará —en virtud de la legislación autonómica— efectos inmediatos sobre las nueve obras: no podrán ser expatriadas fuera de territorio nacional , se impone un deber de conservación de las piezas y concede a la Administración gallega un poder de tanteo en caso de que los propietarios privados decidan ponerlas a la venta. En la actualidad, solo tres de las nueve esculturas están en manos privadas, ya que el resto son titularidad del Museo de la Catedral de Santiago y el Museo de la Diputación de Pontevedra.

El conjunto de nueve esculturas lo componen las figuras del Rey David y el Rey Salomón, los profetas Abraham e Isaac, Enoc, el patriarca Elías, una figura masculina que se cree puede referirse al profeta Malaquías, una cabeza de estatua sin identificar y una estatua que representaría a un monarca bíblico, al rey Fernando II o al propio Apóstol Santiago en atuendo de soldado. Las esculturas completas —todas salvo la cabeza— oscilan entre el 1,50 y el 1,70 metros de altura. Esta fachada occidental protegía el conjunto del Pórtico de la Gloria desde la inauguración de la Catedral hasta que, en 1521, fue reformada y posteriormente sustituida a mediados del siglo XVIII por la actual fachada del Obradoiro, de Fernando Casas Novoa.

Impedir su venta o expatriación

El movimiento de la Xunta no busca adquirir la titularidad de las dos figuras en manos de los Franco , sino impedir que estas cambien de propietario o salgan de España en pleno proceso de reclamación de la propiedad por parte del Concello de Santiago. El consistorio compostelano mantiene abierto un proceso civil por el que reclama las estatuas de Abraham e Isaac, acreditando un título de propiedad de las mismas, que sin embargo permanecen desde los años cuarenta custodiadas por la familia del dictador en el Pazo de Meirás. De hecho, el reciente fallecimiento de Carmen Franco ha obligado al Concello a reiniciar el proceso contra sus herederos , que previsiblemente recibirán como legado las esculturas del Maestro Mateo.

En la demanda, presentada el pasado mes de noviembre, el Ayuntamiento de Santiago incorporaba toda la documentación que «demuestra» que es el «legítimo propietario» de las dos piezas, adquiridas al Conde de Ximonde en 1948. Además, explicó entonces el consistorio, en ella se argumentaba que las piezas forman parte del patrimonio público y, por lo tanto, «no pueden ser cedidas ni regaladas, ni ha lugar para la prescripción que podría alegar la familia Franco para quedar con las figuras» del Maestro Mateo, en la actualidad en exposición dentro de una muestra sobre la obra pétrea del escultor gallego en el Palacio de Xelmírez de la capital gallega.

El pasado septiembre, tras localizar en los archivos de la Universidade de Santiago los documentos que acreditan al Ayuntamiento como propietario legítimo de las tallas, el gobierno local envió un requerimiento a Carmen Franco demandando la devolución de las piezas a la ciudad y anunciando acciones legales en caso de una negativa de los herederos. Las esculturas fueron adquiridas por el ayuntamiento al conde de Ximonde ante notario en el año 1948 por un importe de 60.000 pesetas.

Sólo seis años después pasaron a manos del dictador Francisco Franco, sin que en los archivos conste ningún documento o título jurídico que legitime la cesión , y sin respetar el documento notarial original que condicionaba la venta al mantenimiento de ambas piezas en el patrimonio municipal, contemplando una indemnización para el vendedor en caso de enajenación, donación, concesión de depósito o cualquier otra figura que supusiese la transmisión a terceros.

La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados ya aprobó por unanimidad el pasado octubre la reclamación a Carmen Franco para que devolviera las estatuas a su legítimo propietario, el Ayuntamiento de Santiago, sin que hasta el momento trascendiera respuesta alguna a este requerimiento del Legislativo.

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