La Xunta protegerá como Bien de Interés Cultural las estatuas en poder de los Franco

La declaración no afecta a la titularidad, pero impide su venta y obliga a permitir la visita pública al menos cuatro días al mes

Feijóo y Martiño Noriega en la exposición dedicada por el Museo del Prado al Mestre Mateo MAYA BALANYA

ABC.ES

En los próximos meses, la Xunta de Galicia incoará el expediente que permitirá proteger bajo la figura de Bien de Interés Cultural (BIC) las piezas escultóricas que se conservan de la desaparecida fachada exterior del Pórtico de la Gloria, entre ellas, las de los profetas Isaac y Abraham, en poder de la familia Franco. La declaración no afectará a la titularidad de las tallas, pero impide su venta y obliga a habilitar al menos cuatro días al mes en los que las piezas puedan estar disponibles para la visita pública . El procedimiento, informó la Xunta, está motivado por el «excepcional valor histórico-artístico que poseen». Todas las piezas, atribuidas al taller del Mestre Mateo y reunidas recientemente en una exposición temporal monográfica en el Museo del Prado, presentan el «valor suficiente para ser declarados bienes de interés cuóricoltural», pero, «como su origen es diverso, la propuesta consistirá en declararlas de forma individual, no como colección».

El anuncio de la Xunta llega un día después de que el Ayuntamiento de Santiago comunicase la apertura de acciones en vía civil contra los herederos del dictador por la devolución de las tallas de Abraham e Isaac y después de que el martes la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobase por unanimidad una iniciativa de En Marea que reclama la intervención del Gobierno para que las tallas puedan ser recuperadas por la ciudad y exhibidas en el Museo de la Catedral.

El pasado septiembre, el Ayuntamiento de Santiago hizo públicos los documentos encontrados en el archivo de la Universidade de Santiago que acreditan al Consistorio como legítimo propietario de las tallas. Las esculturas fueron adquiridas por el Concello al conde de Ximonde ante notario en el año 1948 por un importe de 60.000 pesetas. Sólo seis años después pasaron a manos del dictador Francisco Franco, sin que en los archivos conste ningún documento o título jurídico que legitime la cesión , y sin respetar el documento notarial original que condicionaba la venta al mantenimiento de ambas piezas en el patrimonio municipal, contemplando una indemnización para el vendedor en caso de enajenación, donación, concesión de depósito o cualquier otra figura que supusiese la transmisión a terceros.

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