Imagen del «Siempre Urbegi», hundido en Malpica este viernes
Imagen del «Siempre Urbegi», hundido en Malpica este viernes - ABC

Tripulación escasa, mala mar y fallos mecánicos, los peligros

El 2014 fue un año negro para el mar en Galicia. Un total de 24 personas perdieron la vida en alguno de los naufragios vinculados ese año con la Comunidad. En el mundo, 24.000 marineros mueren cada año

Santiago Actualizado: Guardar
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Detrás de la mayoría de los siniestros marítimos se esconde una triada de razones que acostumbran a repetirse. Son la mala mar, los fallos mecánicos y una tripulación escasa que puede ralentizar el tiempo de respuesta ante un imprevisto grave. El pasado año en aguas gallegas se contabilizaron 38 accidentes, la cifra más elevada de los últimos cinco años. Dos personas perdieron la vida en ellos.

En 2014, un año negro, fueron 24 los fallecidos o desaparecidos en naufragios vinculados a la Comunidad. Trece de ellos eran marineros gallegos. En datos globales, Galicia fue la segunda comunidad en 2015 con más siniestros marítimos, con el 19 por ciento de los 204 producidos en España. Por delante solo se sitúa Andalucía, con 50 accidentes.

Atendiendo a los datos de la Oficina Internacional del Trabajo, cada año alrededor de 24.000 pescadores pierden la vida en el mar. La estadística obliga a que las medidas de seguridad a bordo de cualquier embarcación sean máximas y a que cada naufragio sea estudiado para determinar las causas que lo provocaron y actuar en consecuencia. En este sentido, los expertos advierten que en muchas ocasiones son los marineros menos avezados los que más riesgos corren.

Fuentes de Salvamento Marítimo en Galicia indican que en muchas ocasiones son las embarcaciones de recreo las que protagonizan los rescates, por la inexperiencia de quienes las pilotan o la falta de prudencia. Los profesionales del mar, por su parte, asumen que ahora las garantías son mayores porque los barcos van más equipados y cuentan con más medios para prever las temidas borrascas. Además, coinciden, nadie se la juega.

Desde la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) apuntan que no solo es crucial que los barcos dispongan de chalecos salvavidas o barcas, sino que estos deben contar con un buen emplazamiento que facilite su uso en caso de siniestro. Igual de fundamentales con otros mecanismos de emisión de socorro como las radiobalizas, que saltan cuando el barco vuelca, y un «botón rojo» que enciende todas las alertas, incluidas las de las embarcaciones que están en el radio de acción del barco en problemas.

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