TRAS LA PINTADA

Noriega rechaza instalar nuevas cámaras en el entorno de la Catedral

«No puede haber un agente detrás de cada vecino», señaló el alcalde de Santiago

Agentes de Policía realizando registros en el entorno de la Catedral de Santiago MIGUEL MUÑIZ

Z. R.

El Concello de Santiago rechaza reforzar la videovigilancia en el entorno de la Catedral tras el acto vandálico registrado en una estatua del siglo XII de la fachada de Platerías. Frente a las voces que insisten en que este suceso ha puesto de manifiesto la necesidad de instalar nuevas cámaras en el entono del templo compostelano, el alcalde de la ciudad, Martiño Noriega, aclaró hoy que no está en los planes de su ejecutivo mejorar este aspecto, pese a que la administración que dirige ostenta las competencias en esta área. «No puede haber una cámara y un agente detrás de cada visitante y cada vecino», zanjó en declaraciones a los medios de comunicación.

El alcalde de Santiago incidió en que «la seguridad absoluta no existe», por lo que apostó por un modelo que coordine «seguridad y libertad», en lugar de «reabrir» el debate de la instalación de cámaras. En este sentido, Noriega resaltó que la capital gallega debe ser una ciudad «inclusiva, tolerante y en la que no existan comportamientos incívicos» como el acto vandálico que esta semana sufría el templo compostelano. Precisamente, a raíz de este episodio, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, incidió el pasado jueves en la responsabilidad del Concello a la hora de vigilar tanto la Catedral como todo el casco histórico de la ciudad, al tratarse de una «joya cultural». «Casi un museo al aire libre», apostilló Rodríguez. Por su parte, el alcalde de Santiago optó ayer por quitarle hierro a las declaraciones del titular de Cultura de la Xunta afirmando que no ve en ellas una intención de «generar polémica». De hecho, Martiño Noriega abrió la puerta a realizar un estudio en materia de seguridad local que cuente con «todas las posiciones» al respecto.

Investigaciones

Román Rodríguez reveló además que la escasa videovigilancia en el perímetro del templo ha evitado de momento la identificación de los autores de la pintada . No obstante, el conselleiro de Cultura matizó que las fuerzas de seguridad continúan investigando lo sucedido y han pedido colaboración para dar con el responsable. De localizarse, este debería afrontar una multa de entre 6.000 y 150.000 euros por cometer una infracción grave, tal y como recoge la actual legislación en materia de Patrimonio.

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