El nacionalismo busca estrategia para sobrevivir a las autonómicas

Uno de los grandes derrotados del 20-D en Galicia ha sido el BNG, que dos décadas después se quedará sin representación en el Congreso de los Diputados. La apuesta por renunciar a sus siglas y concurrir a los comicios como Nós-Candidatura Galega se reveló como un error que deja herido de gravedad al partido, que ha visto como una formación con una implantación prácticamente testimonial en la Comunidad como Ciudadanos ha conseguido el doble de votos de los que han ido a parar a sus arcas.

Pero el drama de los nacionalistas va mucho más allá de la lectura del dato aislado. Su resultado contrasta con el éxito rotundo de En Marea —la coalición de Podemos, Izquierda Unida y Anova—, que resultó ser segunda fuerza en Galicia en las generales después del fallido proceso de negociación para que todos los partidos de izquierda radical se uniesen bajo el mismo paraguas electoral.

De este modo, el BNG encajó el tercer golpe de manos de las candidaturas de confluencia. El primero de ellos se lo asestaron IU y Anova en 2012 cuando se unieron para formar AGE y adelantar a los nacionalistas. El segundo fue en mayo de 2015, momento en el que Podemos se unió a los dos anteriores para impulsar unas Mareas que se comieron el espacio urbano del BNG con Pontevedra como única excepción al calor de la figura de Miguel Anxo Fernández Lores.

Esta realidad llevará al partido a abrir un «proceso de reflexión» con el objetivo de revertir la situación de cara a las próximas autonómicas, que previsiblemente se celebrarán en otoño de 2016. Así lo anunció ayer su portavoz nacional, Xavier Vence, que adelantó que en los próximos meses se celebrará una Asamblea Nacional de la que saldrá una nueva dirección. El objetivo, según el actual líder frentista, es redefinir la estrategia de futuro de un nacionalismo que se encuentra en retroceso en Galicia.

Pocas pistas dio ayer Vence sobre lo que se puede esperar de los próximos movimientos del BNG. Aunquefelicitó a En Marea por los resultados obtenidos y admitió que su partido tendrá que empezar a evaluar la opción de entrar en coaliciones para sobrevivir, estas alianzas no parecen alejarse de las tesis soberanistas. Sobre esto, apuntó que existe la necesidad de «mantener un proyecto nacionalista autónomo, no supeditado a formaciones estatales», la misma afirmación que evitó que cristalizase su entrada en la Marea, debido a la presencia de IU y Podemos.

Tampoco han tardado desde el domingo las formaciones izquierdistas en alzar su voz para pedir unidad para las autonómicas. De este modo, la Marea Atlántica coruñesa adelantó ayer que se implicará en un proceso de acumulación de partidos, intensificando los contactos con otras fuerzas municipalistas de su mismo espectro ideológico y naturaleza.

También ayer se pronunciaba en este sentido Cerna, la formación que se escindió de Anova llevándose una acta del grupo de AGE, para celebrar los resultados de En Marea y para reclamarle a todos los partidos del espectro nacionalista y de izquierda radical que dejen de lado sus diferencias y trabajen para construir una «unidad plena» para el otoño.

Causa Galiza

El portavoz nacional del BNG dio su rueda de prensa tras llegar de Madrid, de prestar declaración en la Audiencia Nacional en el marco del sumario contra la organización independentista Causa Galiza y la supuesta relación de la misma con la banda terrorista Resistencia Galega. Al ser cuestionado por el contenido de su conversación con el juez que instruye el caso, Eloy Velasco, Vence señaló que hay «poco que se pueda explicar de interés. Hay un proceso abierto contra una formación política que es Causa Galiza, se nos pide opinión sobre alguna información que obra en ese expediente relativa contra esa fuerza política», apuntó el líder frentista, que acudió al juzgado en calidad de testigo.

El nacionalista abundó en su argumento al concluir que «no hay nada que tenga que ver con el BNG ni con la vida de nuestra organización».