De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Abel Caballero, Pilar Cancela, Xoaquín Fdez. Leiceaga y Gonzalo Caballero
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Abel Caballero, Pilar Cancela, Xoaquín Fdez. Leiceaga y Gonzalo Caballero - ABC

Elecciones en GaliciaLas listas del PSOE gallego acrecientan una división histórica

La dirección acude a Ferraz para enfrentar la fortaleza del alcalde de Vigo y los críticos

Santiago Actualizado: Guardar
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El PSdeG-PSOE se enfrenta a un futuro incierto. La elaboración de las candidaturas para las autonómicas desató una nueva guerra entre los poderes locales que buscan colocar a los suyos para controlar el partido. El origen inmediato del conflicto se remonta a la derrota en las autonómicas de 2012 y a la posterior elección de José Ramón Gómez Besteiro como líder del partido. Sin embargo, el recambio estaba trucado y el pasado 18 de marzo dimitió al acumular diez imputaciones por presunta corrupción. Además, sus decisiones y su alianza con Pedro Sánchez dividieron todavía más a un partido administrado desde entonces por una gestora presidida por la diputada Pilar Cancela. Ni las primarias de junio, en las que los militantes eligieron al profesor Xoaquín Fernández Leiceaga como candidato a la Xunta, consiguieron rebajar la tensión en dos bloques cosidos por alianzas interesadas, como reconocen los barones.

La guerra en el seno de la «familia socialista» se ha recrudecido en las últimas semanas. La elaboración de las listas ha polarizado todavía más a la organización en torno a los intereses de la gestora, el candidato y el líder de los críticos y alcalde de Vigo, Abel Caballero. La elección de los candidatos de las provincias del sur de la Comunidad no gusta a la dirección, que tiene sus propios planes, y la inevitable intervención de Ferraz para satisfacer al candidato ha colocado a numerosos dirigentes locales en alerta.

El alcalde de Vigo anunció a través de sus portavoces que llegará al final para defender la «democracia interna» y se niega a aceptar las demandas de la dirección para colocar a su sobrino, Gonzalo Caballero, en una lista cerrada y refrendada por la mayoría de la militancia. Sin embargo, «el sobrino» fue uno de los apoyos decisivos del candidato a la Xunta. Tras varios mensajes cruzados, la solución está ahora en manos de Ferraz. Y en una situación parecida está la provincia de Orense. Solo la cabeza de lista, Noela Blanco, es del agrado de la dirección, mientras que el secretario provincial, Raúl Fernández, y su número dos, María Quintas, irritan a la gestora y al candidato a la Xunta.

En La Coruña, la candidatura se renueva totalmente y los aspirantes son próximos al presidente de la Diputación, Valentín González, y en Lugo los militantes cerraron filas en torno a la lista presentada por el partido.

El espectáculo se trasladó a las redes sociales. Ahí, dirigentes y militantes lanzan soflamas exigiendo a la presidenta de la gestora que se «cumplan los plazos» o que «no se produzca el cambiazo». Algunos oficialistas responden con ironía y se evaden «escuchando a Coque Malla». Entretanto, el candidato se afana en presentarse como «la alternativa socialdemócrata».

Tras asumir que la unidad es «imposible», los socialistas tratan de colocarse para el asalto a la dirección del partido tras unos previsibles malos resultados en las autonómicas.

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