Por José Luis Jímenez - Análisis

La justicia en el lodazal

«Besteiro no puede permitirse seguir con un abogado al que se le presumen conductas abiertamente inmorales como mercadear con sus influencias»

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Tras el correo electrónico hecho público el jueves por Pilar de Lara —en el que el abogado de José Ramón Gómez Besteiro le recomienda que no tire del hilo que llevaría meses más tarde hasta su cliente, deje el caso para evitarse perjuicios mayores y pida un traslado— la opinión pública asiste a un escenario sonrojante: la Justicia tiene zonas oscuras por las que serpentean conductas vergonzantes, chalaneos indecentes entre jueces y letrados y se mercadea con la influencias a cambio de prerrogativas. Un lodazal que, si bien no tiene una relación directa con los hechos que se le imputan al líder del PSdeG en el «caso Garañón», afectan automáticamente a su dañada imagen política. Porque una vez más no ha respondido con la diligencia debida.

Es entendible el nerviosismo por una desimputación que no llega, y que —de producirse en algún momento— puede hacerlo demasiado tarde para las aspiraciones políticas de Besteiro. Ahora mismo ha confiado su suerte a la Audiencia Provincial con su recurso por la falta de competencia de la juez para investigar su caso. Pero la contundencia con que ha replicado la Fiscalía contra los intereses del líder del PSdeG oscurece un poco más una posible decisión favorable en la instancia provincial. El PSOE le guardará la vez a Besteiro hasta, previsiblemente, febrero. Más allá de esa fecha deberá apartarse y obligar a su partido a buscar un «plan B», del que ningún dirigente quiere hablar públicamente.

Es cierto que, a la vista de la fecha en que se produjo el correo electrónico entre juez y abogado, suscita muchas preguntas el hecho de que De Lara esperara más de un año para darlo a conocer, sobre todo si le generó la indignación y estupor que reflejaba en su informe. ¿Por qué no lo trasladó a la Audiencia en el mismo instante en que Conde-Pumpido se personaba en la causa como letrado de Besteiro? ¿No le dio en su momento la suficiente importancia o lo ha usado ahora porque, quizás, vea peligrar su investigación por el recurso ante la Audiencia? La primera opción resulta difícil de creer, ya que acudió a un notario para que levantara acta del contenido de la misiva, evidencia de que siempre supo de la gravedad de lo que Conde-Pumpido le trasladaba.

Luego está la figura del abogado, el fulgurante Cándido Conde-Pumpido Varela. Tercera generación en una familia vinculada al Derecho —su padre fundó Jueces para la Democracia y llegó a ser fiscal superior del Estado; su abuelo fue teniente fiscal del TS—, a sus apenas 36 años se ha fraguado un nombre en Madrid gracias a procesos como el del juez Elpidio Silva o Saqueo 2 de Marbella. En los ambientes judiciales se comenta su actitud beligerante hacia los jueces en los procesos en que actúa, de la que ha hecho gala en los escritos a Pilar de Lara. Pero tras el correo electrónico, además, sabemos que se ofrece para brindarle apoyo a jueces que quieren cambiar de destino gracias a sus teóricas influencias en el CGPJ. No es descabellado preguntarse si esas influencias son las que Besteiro buscaba cuando lo contrató como abogado, y de las que quería beneficiarse para quitarse cuanto antes el dañino mordisco de De Lara. Yendo un paso más allá, ¿es habitual este mercadeo de influencias a cambio de decisiones judiciales favorables? El secretario genera del PSdeG no puede permitirse seguir con un letrado al que se le presumen conductas abiertamente inmorales. Eso siempre que demos por buena la versión oficial de que abogado y cliente no eran tal en el momento del correo electrónico. Porque de lo contrario, Besteiro debería dimitir de inmediato.

Por último, Besteiro se reserva para sí la decisión de apartar o no de su defensa a Conde-Pumpido. Que éste siga dentro del equipo de abogados que ejercen la representación legal del líder socialista obedece a una sencilla razón: ha anunciado que recusará a la juez y abre una nueva vía para apartarla de la investigación, alegando esa supuesta enemistad manifiesta, probada por la publicación del correo electrónico de la vergüenza. Si Conde-Pumpido cesa, ¿qué sentido tiene la recusación? En su comunicado del jueves, el letrado fue más allá e insinuó que Pilar de Lara busca hacer «el mayor daño posible al PSOE» por su matrimonio con un militante del PP de Lugo. Si no fuera porque esta es la misma juez que torpedeó al PP coruñés con la imputación de Julio Flores, que señaló a Paula Prado y José Manuel Barreiro, detuvo al alcalde de Boqueixón e imputó con desatino al exregidor ferrolano, podría darse un mínimo pábulo a esta teoría.

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