Política
Jácome ordena el cese de todo el personal eventual de la oposición
El alcalde de Orense, que considera roto el «pacto de caballeros» en el consistorio, propone que los grupos contraten directamente, y no a través de la Alcaldía
Tan sólo tres días después de que el pleno rechazase un cambio en las asignaciones a los grupos municipales, el alcalde de Orense, Gonzalo Pérez Jácome, ha ordenado el cese de todo el personal eventual de los grupos de la oposición después de no haber salido la propuesta, que habría supuesto para Democracia Ourensana, el partido fundado por Jácome, ingresar 84.000 euros extra hasta el final del mandato.
Esta medida supone el cese de todos los asesores, dos del PSOE, uno del BNG y otro de Ciudadanos, a excepción del gobierno de coalición, que no se ve afectado por esta propuesta. En la actualidad, el PP cuenta con tres asesores por los 19 de Democracia Ourensana, que gobierna con sólo dos concejales además del alcalde. El propio Jácome trasladó esta misma mañana a los portavoces municipales su intención de renegociar las asignaciones económicas y el personal eventual , tal y como había anunciado en el pleno del viernes, reunión, a la que no asistió el BNG.
A partir de ahora, el regidor entiende que tiene « libertad para dar rienda suelta a lo que quería hacer desde el principio del mandato », incluyendo el cese de todo el personal eventual. «Prefiero que los partidos tengan fondos y capacidad para elegir y gastar en lo que consideren. Por ejemplo, que puedan contratar si quieren, un personal eventual que es un fenómeno y pagarle 4.000 euros al mes, en vez de contratar dos por 2.000. O que, si prefieren, puedan contratar ocho trabajadores a media jornada», justifica el regidor.
Expone Jácome que si no tomó esta medida antes es porque había «un pacto de caballeros», que rompieron los otros grupos, «por un juego de cuchillos como el que hubo en los últimos meses». Por el momento, el alcalde ha avanzado que convocará a la oposición a una nueva reunión para profundizar en su propuesta basada en un nuevo modelo donde «el dinero que el ayuntamiento destina a remunerar a este personal le sea dado a los partidos», descartando, por otro lado, que sea «una medida de presión».
Con el cese de los cuatro asesores, Jácome podría recurrir a alguna de esas plazas para su grupo municipal pues entiende que los 19 eventuales que tiene asignados ahora «trabajan para el grupo de gobierno».
Reacción de la oposición
Por el momento, los diferentes grupos políticos, PSOE y BNG, han cargado contra estos ceses , que han atribuido a un «nuevo chantaje» del regidor, motivado por no haber apoyado su propuesta para incrementar la asignación económica a los grupos, que se han quedado con menos concejales.
El portavoz del PSOE, Rafael Villarino, ha calificado este cese como un nuevo intento de «coacción» para «privarles» de trabajadores dificultando que puedan ejercer su labor y que ha calificado de «inaudito». Por el momento, el PSOE ha confirmado que se reserva la posibilidad de buscar acuerdos con el BNG y los no adscritos para retirar el sueldo al alcalde. «Todas las posibilidades están encima de la mesa. Tenemos la potestad de convocar un pleno extrarodinario y hacer unha reasignación», ha comentado. También el BNG, que no asistió a la reunión, ha advertido de que « no vamos a participar de este mercado persa en el que el alcalde pretende convertir el ayuntamiento».
Preguntado sobre este particular, el presidente provincial del PP de Ourense, Manuel Baltar, ha cuestionado la orden de cese de trabajadores, si bien ha advertido de que no es «el único» responsable de la situación. «Yo no lo haría nunca», ha apostillado. En declaraciones a los medios, ha culpado en parte al portavoz del PSOE de la situación actual: « No hay que echar toda la culpa al alcalde, que es el máximo responsable, hay que ver también quién está en todas las jugadas y ver a qué se dedica ». Por otro lado, ha descartado una ruptura del pacto de gobierno y ha defendido el trabajo que están realizando los concejales en las áreas donde tienen competencias cuestionado el intento de otros grupos de hacer «ruido» para desestabilizar.
