Embalse Barrié de la Maza, en Negreira (La Coruña)
Embalse Barrié de la Maza, en Negreira (La Coruña) - MIGUEL MUÑIZ

Galicia, en alerta por la sequía

Varios municipios gallegos prohiben usar el agua de abastecimiento para lavar el coche, llenar piscinas o regar huertas ante la previsión de un verano sin precipitaciones

Santiago Actualizado: Guardar
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En prealerta por sequía desde el mes de enero, con el nivel del caudal de los ríos en preocupante descenso y sin lluvias a la vista, al menos, a corto plazo. Galicia se prepara para el que se prevé uno de los veranos más cálidos de los últimos años. Una situación con la que ya se frotan las manos los comerciantes y hosteleros de las zonas más turísticas, pero que ha hecho saltar las alarmas en muchos concellos del interior de la Comunidad, que tras un invierno inusualmente seco y con el mercurio en máximos históricos temen que si esta situación se prolonga acabe afectando al suministro de agua.

Para evitar llegar a ese extremo, algunos municipios de las provincias de Pontevedra y Orense ya se han puesto manos a la obra.

Es el caso del ayuntamiento orensano de A Rúa, en la comarca de Valdeorras, una de las más afectadas por la falta de precipitaciones. «Estamos a mediados de junio y ya no tenemos agua. Ya no conseguimos llenar los depósitos por la noche», explica en conversación con ABC la alcaldesa de la localidad María González. Tanto el concello que dirige González como los de Ribadavia y Petín —también en la provincia de Orense— se han visto obligados a solicitar a la Xunta una nueva captación de agua para garantizar el abastecimiento a los vecinos durante los meses de verano, un período en el que estos municipios multiplican su población y, por lo tanto, su consumo. Mientras la autorización no llega, desde la alcaldía ya han tomado medidas como cortar el suministro de todas las fuentes públicas y anuncian que en las próximas semanas realizarán un seguimiento a todos los vecinos con piscinas o huertas, ya que en este concello está prohibido dedicar el agua de abastecimiento para estos usos y otros como lavar el coche.

Además, tanto A Rúa como otros municipios en alerta por la falta de lluvias han optado en los últimos meses por difundir bandos desde la alcaldía con restricciones al uso de los recursos hídricos. Temen que si continúa la escasez de precipitaciones y si no son capaces de llenar los depósitos tendrán que recurrir a medidas más drásticas como cortes puntuales de suministro durante el día en meses como julio o agosto. En el caso de Petín, también en la comarca de Valdeorras. el alcalde de la localidad, Miguel Bautista, explica que a día de hoy la situación no es preocupante pero ya han tomado medidas con la previsión de que pueda haber mayores problemas en verano. El regidor orensano ha pedido autorización al Gobierno gallego para poder bombear agua de un embalse de cara a garantizar el suministro, sobre todo a las zonas de la localidad que se encuentran a una mayor altitud. «Es la primera vez que veo una situación así desde que llegué a la alcaldía en el año 1999. El problema es que en invierno no llovió ni nevó nada, y no se filtró agua a la tierra», explica en conversación con este periódico.

Previsión de la Xunta

Para analizar pormenorizadamente esta situación, la Xunta reunirá esta semana a la Oficina Técnica da Seca, un organismo formado por personal especializado de todos los departamentos con competencias en la materia. En función de las previsiones del organismo para los próximos meses, este ente evaluará si se eleva la situación de riesgo en la Comunidad y si se pasa de prealerta a alerta por sequía. De momento, Augas de Galicia ya ha tomado la decisión de intensificar la vigilancia en el curso fluvial de los ríos gallegos para evitar un uso inadecuado de este recurso, tanto en los de mayor caudal como en los de menor densidad. También anuncian que evitarán autorizar derivaciones temporales de agua para el riego de obras o otros usos que consideren «no básicos».

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